La séptima ola del Covid ha hecho que los contagios repunten en nuestro país. Las nuevas variantes de Ómicron han provocado un aumento en la incidencia, así como en las hospitalizaciones en las últimas semanas, lo que preocupa especialmente a los expertos.
No obstante, la tasa de mortalidad parece haber descendido, lo que quiere decir que las nuevas variantes son más contagiosas, pero menos peligrosas que las anteriores. A pesar de todo, el número total de fallecidos en nuestro país por culpa del Covid supera los 111.000 desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
La llegada de las nuevas variantes ha supuesto un punto de inflexión hacia todo lo que conocíamos del Covid, ya que han cambiado algunos de los aspectos fundamentales de la enfermedad que ya creíamos dominados. Por ejemplo, el tiempo de incubación, la contagiosidad o la duración de los síntomas.
Las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron son más resistentes a la inmunidad generada tanto después de pasar la enfermedad como tras las vacunas. También, ha variado el tiempo de incubación del virus. Si antes, este se situaba en siete días o más -en algunos casos podría llegar hasta a 14-, ahora se ha reducido y desde que tenemos un contacto de riesgo hasta que desarrollamos síntomas no pasan más de tres o cuatro días.
Sí, aunque son menos letales y graves. Actualmente, las nuevas variantes son las responsables de la mayoría de contagios en todo el mundo, especialmente la BA.5 de Ómicron. Sin embargo, el dato de bajada de los ingresos hospitalarios provocados por ellas da a entender que son menos graves que sus antecesoras.
En cuanto al tiempo de duración, un estudio de la Sanidad Pública Francesa señala que los síntomas con BA.4 y BA.5 se reducen a cuatro días frente a los siete de Ómicron BA.1.