La explosión de contagios Covid en China ha activado las alarmas en todo el mundo. La posibilidad de que empiecen a circular nuevas variantes más virulentas y con mayor escape vacunal, preocupa a los expertos.
La difusión de nuevas cepas del virus supondría, previsiblemente, un aumento de los contagios y, en consecuencia, un incremento de las hospitalizaciones. Un posible escenario que los expertos prevén no sería "tan dramático" como en los peores momentos de la pandemia.
La alta tasa de vacunación que hay en nuestro país amortigua los efectos más graves del Covid y, en la mayoría de los pacientes, la enfermedad cursa de manera leve. Fiebre, tos, congestión, fatiga, dolor de cabeza y de garganta son los síntomas más frecuentes que sufren las personas contagiadas, y con las nuevas variantes se han añadido otros como la taquicardia, la diarrea y la afonía.
Actualmente las variantes dominantes en España son los sublinajes de Ómicron BA.4 y BA.5, y en los últimos meses se ha incrementado la detección del linaje: el BQ.1 y sus derivadas (BQ.1.1). Estas cepas del virus tienen en común que el periodo de síntomas de la enfermedad es más corto que el de sus predecesoras (entre dos y cuatro días de media) y causan cuadros más leves.
La mayoría de personas se recuperan por completo de la enfermedad en un plazo máximo de 3 semanas. Aquellos pacientes que continúan teniendo síntomas durante mucho más tiempo sufren lo que se conoce como 'síndrome post-covid'.
El síndrome post-covid o 'covid persistente' es considerado una enfermedad derivada de la Covid-19. Clínica Mayo lo define como "síntomas que continúan cuatro o más semanas después del inicio de una infección por COVID-19, ya sea por síntomas o por una prueba positiva de COVD-19". En los casos más graves, el paciente puede tener síntomas crónicos que nunca desaparecen.