Desde que un radar detecta que un conductor circula a más velocidad de la permitida hasta que la carta de la Dirección General de Tráfico llega a su domicilio, transcurren unos días de incertidumbre. Este tipo de infracciones son las más habituales ya que dos de cada tres multas que interpone la DGT son por exceso de velocidad. Provienen de los más de 1.300 radares distribuidos por las carreteras españolas.
Tráfico cuenta con 780 dispositivos fijos de control de velocidad, de los cuales 92 son de tramo, 545 radares móviles, 12 helicópteros y 39 drones. Si alguno de estos sistemas detecta el exceso de velocidad, la DGT tarda en tramitar la sanción y notificar al propietario entre una y tres semanas.
Una vez recibida la notificación el usuario dispone de 20 días naturales para pagar o recurrir la multa. Si se interpone una alegación se pierde el derecho del 50% de reducción del importe de la sanción. Puedes presentar tus recursos en la sede electrónica de la DGT, por correo postal a una jefatura de Tráfico o de manera presencial en una oficina de Tráfico.
Si transcurre más de un mes desde que se cometió la infracción lo normal es que la notificación ya no llegue.
Hay tres formas de que te informen sobre la infracción y su correspondiente sanción:
De manera que, si crees que te pueden haber multado y no has recibido todavía el aviso, se puede consultar de forma digital en el portal de la DGT.
Las multas que no se te hayan podido notificar en tu domicilio se publicarán en el tablón de edictos electrónico TESTRA y en el Tablón Edictal Único del BOE (TEU). Las sanciones publicadas en estos portales se considerarán como notificadas 20 días después de su publicación.