El debate sobre si la tortilla de patata es mejor comerla cuajada o poco hecha lleva muchos años sobre la mesa. Los expertos tienen clara cuál es la respuesta: la cuajada. Especialmente en verano, por las altas temperaturas que soportamos en nuestro país y que hacen que el consumo de ciertos tipos de alimentos crudos conlleven diferentes riesgos para nuestra salud. El huevo es uno de ellos.
Para evitar una salmonelosis en la tortilla los expertos aconsejan utilizar huevos con la cáscara intacta, guardarlos en la nevera, no lavarlos antes de meterlos en el frigorífico y cascarlos en un plato distinto al que se vaya a echar. También aconsejan no usar la propia cáscara del huevo para separar claras y yemas y cuajar bien el huevo, especialmente en verano.
Recomiendan, además, consumir la tortilla inmediatamente después de haberla preparado y, en caso de guardarla en el frigorífico, no comerla si lleva ya dos días o más hecha.
Los síntomas más frecuentes de la salmonelosis suelen aparecer entre uno y tres días después de haber consumido el alimento intoxicado. Algunos de sus síntomas son: