Cuáles son los síntomas de una bronquitis: diferencia con la neumonía

La llegada del frío es un momento idóneo para la proliferación de los virus y bacterias que provocan las enfermedades respiratorias. Muchas veces nos puede resultar complicado diferenciar entre gripes, neumonías o bronquitis entre otras patologías. Es por ello que es conveniente conocer sus síntomas, para poder discernir cuándo se necesita ayuda médica o cuándo se puede tratar en casa.

Son muchos los estudios que muestran una relación con el Covid y un tipo concreto de neumonía vírica, que causa problemas de salud a medio y largo plazo. Un estudio publicado en la revista científica "Journal of the American Medical Association (JAMA)" descubrió que la incidencia de hospitalización debido a la neumonía causada por la COVID-19 era de casi 9 personas por cada 10.000 habitantes vacunados con una dosis de refuerzo.

¿Qué es la neumonía?

La neumonía es considerada como una enfermedad grave. Según datos aportados por el Servicio Madrileño de Salud, su incidencia se sitúa entre los 2 y los 10 casos por cada 1.000 habitantes al año. Los datos globales muestran que se trata de la primera causa de mortalidad entre las enfermedades infecciosas en los países industrializados. En España, por ejemplo, se produjeron 9.384 fallecimientos por neumonía el año 2019, afectando de manera especial a los varones.

Esta patología es una infección que puede afectar a un pulmón o a los dos. Puede ser provocado por una serie de bacterias, virus u hongos que atacan directamente a los alvéolos provocando que se llenen de líquido o pus. Su gravedad dependerá de la edad, el estado de salud previo del paciente y la propia causa de la infección.

El portal web de la Clínica Universidad de Navarra señala una serie de síntomas comunes en los casos de neumonía.

• Tos con expectoración purulenta.
• Dolor torácico.
• Fiebre con escalofríos.

Es importante tener en cuenta que existen varios tipos de neumonías, conocidas como "típicas" y "atípicas". Sus síntomas, al igual que su gravedad, varían. La sintomatología de una "neumonía típica" corresponde con "la aparición en varias horas o 2-3 días de tos con expectoración purulenta o herrumbrosa, en ocasiones con sangre, dolor torácico y fiebre con escalofríos".

En el caso de las "neumonías atípicas", los síntomas son mucho más graduales pasando por "décimas de fiebre, malestar general, dolores musculares y articulares, cansancio y dolor de cabeza". Además, en este caso la tos tiende a ser seca y el dolor torácico menos intenso. Otros síntomas incluyen molestias estomacales de diferente índole.

¿Qué es la bronquitis?

La bronquitis es, en términos generales, mucho menos grave que la neumonía. En el proceso de inhalación, el aire cruza la laringe y la tráquea en su camino hacia el pulmón. Es entonces cuando entran en juego los bronquios, unos "tubos" que conducen el oxígeno por los bronquiolos y posteriormente los alvéolos.

Esta enfermedad corresponde a una inflamación de los bronquios, llenando los pulmones de mucosidad a su paso por el aparato respiratorio. El portal web de la empresa farmacéutica Kernpharma señala una serie de síntomas presentes en las bronquitis agudas, el tipo más común.

• Tos, que suele comenzar seca y va generando mucosidad y flemas.
• Mucosidad.
• Dificultad para respirar.
• Sensación de presión en el pecho.
• Sibilancias.

¿Cuáles son sus principales diferencias?

Estas enfermedades, en un principio tan similares, tienen una serie de diferencias esenciales para su distinción. Es necesario conocer que ambas pueden requerir supervisión médica, por lo que sería conveniente acudir a los profesionales sanitarios en caso de que alguno de los síntomas empeore.

La principal diferencia está en las zonas que sufren la infección. Pese a que ambas sean enfermedades respiratorias que afectan al pulmón, la neumonía esta causada por una "inflamación del tejido pulmonar", mientras que la bronquitis afecta al árbol bronquial o bronquios.

La segunda diferencia está en sus síntomas. Como ya se ha comentado antes, la neumonía puede tener consecuencias más graves. La bronquitis no suele dar fiebre y mantiene una tos mucho más persistente.

La prevención comienza con pequeñas acciones que cada uno debe llevar por su cuenta, como puede ser evitar el tabaco y mantener unos hábitos saludables. Aun así, también existe la opción de inocularse contra el neumococo.

La vacuna antineumocócica protege a la persona frente a 23 tipos de bacterias diferentes, entre la que se encuentra la "Streptococcus pneumoniae". Está indicada para mayores de 65 años y personas que formen parte del grupo de riesgo.

Por otro lado, es conveniente mantenerse al día con la vacunación contra la gripe. Esta se administra de manera estacional, y está indicada para personas mayores y que formen parte de un grupo de riesgo.