alimentación y consumo

Cómo saber si una cebolla está mala por dentro sin abrirla

Te damos algunos consejos para que los tengas en cuenta a la hora de comprar cebollas, además de los beneficios que nos aportan como alimento.

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Madrid |

imagen de varias cebollas | Unsplash / Mayu Ken

La cebolla es un antiquísimo alimento y se cree que procede de Asia. Se puede encontrar en el mercado durante todo el año, aunque su mejor época es durante los meses de primavera.

A la hora de ir a comprarla, no es posible determinar con certeza si una cebolla está mala por dentro sin abrirla. Sin embargo, hay algunos signos externos que pueden indicar que no está fresca y podría estar en mal estado.

Síntomas de que una cebolla puede estar en mal estado

Algunos indicadores que puedes revisar antes de comprar una cebolla son:

  • Piel externa: busca signos de moho, manchas húmedas o áreas blandas en la piel exterior de la cebolla. Estos pueden indicar que el interior también está comprometido.
  • Textura: si la cebolla se siente demasiado blanda o arrugada al tacto, podría ser un signo de deterioro interno. Lo ideal es que con suavidad y con guantes, se presione la parte curva cercana al tallo; si estuviera muy blanda o pastosa, mejor descartarla.
  • Olor: aunque no puedes detectar directamente el estado interno, un olor desagradable o fermentado puede indicar que la cebolla está en mal estado.
  • Germinación: si ves brotes verdes o germinación en la parte superior de la cebolla, esto indica que está envejeciendo y podría no estar fresca por dentro. A pesar de estos consejos, siempre es mejor desechar una cebolla si tienes dudas sobre su frescura o seguridad para consumir.

Recomendaciones sobre la cebolla

Además, otras recomendaciones que puedes tener en cuenta a la hora de comprar y conservarlas en casa son:

  • Comprar cebollas sueltas, a granel, sin embolsar, para elegirlas una a una por separado.
  • Comprobar que son cebollas procedentes de proximidad o de producciones lo más cercanas posibles, y que han sido cosechadas recientemente.
  • Una vez en casa, hay que conservar las cebollas en un lugar fresco y seco, lejos de toda humedad y bien ventiladas, sin recibir luz directa del sol y sin entrar en contacto con otras verduras o frutas. Además, es conveniente revisar cada pocos días las cebollas que tengamos por si alguna muestra signos de podredumbre; rápidamente habrá que descartarla para que no 'contamine' a las demás.

Beneficios del consumo de cebolla

  • Alta en nutrientes: las cebollas son bajas en calorías, pero ricas en nutrientes esenciales como la vitamina C, vitamina B6, potasio y folato. También contienen pequeñas cantidades de otros nutrientes como calcio, hierro y magnesio.
  • Rica en antioxidantes: contienen varios compuestos antioxidantes, incluyendo flavonoides y compuestos de azufre. Estos antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer.
  • Propiedades antiinflamatorias: algunos compuestos presentes en las cebollas, como la quercetina, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias, como la artritis.
  • Apoyo al sistema inmunológico: la vitamina C presente en las cebollas es importante para mantener un sistema inmunológico saludable y ayudar al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.
  • Propiedades antimicrobianas: algunos compuestos presentes en las cebollas tienen propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a combatir bacterias y otros microorganismos dañinos en el cuerpo.
  • Salud digestiva: son una buena fuente de fibra dietética, lo que puede promover la salud digestiva al mejorar la regularidad intestinal y prevenir el estreñimiento.