Cómo actuar ante los ladridos constantes del perro de un vecino
Los ladridos de un perro pueden resultar muy molestos, e incluso crear un problema más grave dentro de las comunidades de propietarios. Descubre si este acto puede ser denunciable y cuales son los pasos a seguir en el caso de que los ruidos de una mascota estén incomodándote.
Según a publicado el periódico generalista 20 Minutos un vecino de Láchar, en Granada, va a recibir una indemnización de 11.860 euros después de caer en una depresión y verse obligado a dejar atrás su vivienda debido al ladrido de varios perros. Este caso ha sido aprobado por la Audiencia de Granada, que le dio la razón debido al "derecho a ser dejado en paz", propuesto por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). El tribunal de la causa, que había sido trasladada desde el Juzgado de Primera Instancia de Santa Fe el pasado mes de junio, también ha solicitado a las dos viviendas demandadas que retiren a los perros de sus hogares, moviéndolos a un lugar donde no causen molestias.
Pese a que se trata de una condición natural no evitable por las mascotas, muchas veces los ladridos pueden romper la paz y la armonía de una comunidad de vecinos. En el caso de que sean más intensos y habituales de lo que deberían, pueden causar varios problemas que pueden acarrear consecuencias legales.
¿Cuáles son las razones detrás del ladrido de un perro?
Es necesario comprender que todos los perros ladran, ya que es su manera de comunicarse entre ellos y con su entorno. En algunas ocasiones ladran de manera excesiva, y son estos momentos en los que hay que tratar de localizar la causa de estos ruidos para comprender su origen y acabar con ellos. Algunas de las razones más frecuentes son:
- En el caso de que sufran miedo. Determinados objetos, ruidos o entes pueden causar que se alarmen y cuando se vea en esta situación ladrará.
- A modo de saludo. Los perros también ladran para saludar a personas o animales, incluido el momento cuando su familia regresa tras pasar el día fuera.
- Cuando quiere jugar. Si el ladrido es alegre y viene acompañado de movimientos de cola y saltos, es que quiere jugar.
- Por aburrimiento o ansiedad. Cuando un perro pasa mucho tiempo solo, podría acabar sufriendo de ansiedad por separación. Uno de los síntomas más comunes son los ladridos compulsivos, roer los muebles, deposiciones o movimientos repetitivos.
- Para llamar la atención. Otra de las razones para ladrar son las necesidades básicas de cualquier animal. Cuando quiere salir a la calle, jugar, comer o otra cosa, ladrará exigiéndolo.
- Territorialidad. Los perros son animales territoriales. Ladran cuando una persona o animal cruza su territorio o se le acerca demasiado. La intensidad de los ladridos aumentan cuanto mayor sea la amenaza. Es una manera de advertir y expulsar a posibles peligros.
¿Cuáles son los pasos a seguir en el caso de que un perro no pare de ladrar?
Para poder conocer cómo actuar ante esta situación, diferentes abogados han creado una pequeña lista de puntos a seguir cuando el problema todavía puede ser solucionado.
- El primer paso es hablar sobre la cuestión con el propietario del animal. Así, podrá conocer de primera mano las molestias que su mascota está causando, y puede comenzar un adiestramiento profesional para resolverlo.
- En caso de que el asunto continúe, será necesario encontrar apoyos en la comunidad de vecinos, ya que estos también pueden verse afectados. Así, se podrá intentar negociar con más de un testigo, y demostrar la veracidad del problema.
- En caso de que el dueño no se encuentre por la labor de ayudar, hay que llamar a la Policía Local. Estos medirán el nivel del ruido y podrán comprobar la intensidad de los ladridos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la cantidad de ruido máxima durante el día no debe superar los 60 decibelios, rebajándose a los 40 de noche.
¿Puedo denunciar a un vecino por los ladridos de su perro?
España no tiene ninguna ley que pueda regular el ruido de los ladridos de perro. Aun así, si que existen dos normas que pueden estar relacionadas con el tema.
Ordenanza municipal
Desde los ayuntamientos, tratan de publicar ordenanzas para regular la contaminación acústica. En ellas, se mencionan las fechas específicas en las que se permite hacer ruido, incluyendo cuales son los decibelios máximos permitidos. En caso de que un perro incumpla estas ordenanzas, su dueño podrá ser multado.
Propiedad Horizontal
Tal y como explica el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal, "al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas". Por ello, los ladridos pueden considerarse como actividad molesta.
Este tipo de medidas, denunciables a través del juzgado, deben ser tomadas como última opción. Únicamente aquellos ruidos que sean continuados y superen el nivel de ruido permitido pueden ser sujetos a una posibilidad de multa, ya que impiden el correcto descanso y pueden ser perjudiciales para la salud.
Por un lado, habrá que poner una demanda dentro del Juzgado de Primera Instancia, acompañada de un escrito en tu Ayuntamiento donde se muestre que se está infringiendo alguna de las ordenanzas municipales. De este modo podría dar comienzo un procedimiento sancionador contra el dueño del animal. Hay que tener en cuenta el artículo 1905 del Código Civil donde se especifica que "el poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido".