Cada día desaparecen sesenta personas en España: una cifra que recordar en este Día de los Desaparecidos

9 de marzo. Como cada año se celebra el Día Nacional de las Personas Desaparecidas Sin Causa Aparente. Un día que nace tras la desaparición de Cristina Bergua en el año 1997. Como ella, se denuncian 2 desapariciones en España cada hora, cada día desaparecen 60 personas. Unas 20.000 al año. Y aunque se resuelven casi todos los casos, hay un 10% que aunque pasen los años siguen activos.

Hasta 2017 no existía un Centro Nacional de Desaparecidos en España pero sí una Asociación que ayudara a las familias de Personas Desaparecidas sin causa aparente. Inter-SOS nace en Cataluña en el año 1998, un año después de la desaparición de Cristina Bergua. 10 años después, el Gobierno reconoció el día de su desaparición como día Nacional. El Día Nacional de las Personas Desaparecidas Sin Causa Aparente nace por Cristina.

¿Qué pasó con Cristina?

Cristina Bergua desapareció con 16 años en 1997. Salía de su casa en Cornellá de Llobregat (Barcelona) aquella tarde del 9 de marzo y fue vista por última vez en la Carretera de Esplugues por el chico que era por entonces su pareja. Hasta allí aseguró haberla acompañado. Cuatro meses después, la Policía Nacional recibió una carta anónima asegurando que su cuerpo estaba en el vertedero de la ciudad, pero allí no encontraron nada. El caso se reabrió en 2007 y pocas pistas más ha habido desde entonces.

Han pasado 27 años y sus padres, Juan y Luisa, continúan luchando por saber que le ocurrió a su hija aquella noche. La desaparición de Cristina marcó un antes y un después en la historia de las desapariciones en España pero no es la única. Según los datos del Ministerio del Interior, todavía hay más de 5.000 casos de desapariciones sin resolver. La mayoría de las denuncias activas corresponden a menores de edad.

¿Qué son las desapariciones sin causa aparente?

Una desaparición sin causa aparente es aquella que se produce de manera involuntaria. La persona desaparece por causas ajenas a su voluntad, se ausenta y se desconocen causas, motivos. Existen dos clases más de desapariciones: las voluntarias y las forzosas.

Las voluntarias se producen, expone SOS Desaparecidos, cuando como el propio nombre dice, son voluntarias. Hay una motivación, una causa que les lleva a la fuga. Puede ser por algo familiar, sentimental, laboral, etc. Las forzosas pueden ser aquellas fundamentadas en una actividad criminal, la sustracción parental de menores de edad y los expulsados del hogar (menores y personas discapacitadas).

Un duelo para las familias

El primero de los duelos a los que se suelen enfrentar los familiares de los desaparecidos es la declaración de ausencia, pensada para cuando hay que tomar decisiones sobre el patrimonio durante el tiempo de desaparición. El segundo, la declaración de fallecimiento, que supone el cese de la situación de desaparecido, y podrá abrirse la sucesión de sus bienes y la adjudicación a sus herederos. Este proceso se puede llevar a cabo aunque haya una investigación abierta. Y en el caso de Cristina Bergua, por ejemplo, los padres se plantearon hacerlo por su hijo, para que no tuviera problemas con la herencia en el futuro. Todo el patrimonio que heredaría Cristina se traspasa a su hermano.