La cabecera de los trenes Madrid-Alicante-Murcia se mudan de Atocha a Chamartín en septiembre
Chamartín-Clara Campoamor será la nueva estación protagonista en las conexiones ferroviarias levantinas. Se prevé que el cambio sea efectivo el 13 de septiembre.
La mayoría de los trenes AVE a la Comunidad Valenciana, Murcia y a las provincias de Albacete y Cuenca trasladarán este verano su origen y destino en Madrid de la estación de Atocha a la de Chamartín-Clara Campoamor, sumando a la duración actual del viaje 15 minutos.
El motivo de esta nueva conexión de AVE
A partir del 13 de septiembre, Adif Alta Velocidad trasladará la cabecera de los servicios de alta velocidad Madrid-Alicante-Murcia a la estación Madrid-Chamartín-Clara Campoamor, como respuesta al aumento de la oferta por la liberalización del sector.
Según ha precisado en una nota el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, los servicios cambiarán su ubicación, a excepción de cuatro trenes por sentido diarios, que tendrán la cabecera en Madrid-Puerta de Atocha, de los cuales dos iniciarán su operación en septiembre y otros dos, en diciembre.
Adif Alta Velocidad y los operadores Renfe, Ouigo e Iryo, han mantenido un diálogo en los últimos meses para analizar las posibilidades técnicas de mantener los servicios de Alicante y Murcia desde la estación Madrid-Puerta de Atocha, en vez de trasladar la cabecera a Chamartín, como se acordó en 2020, con el objetivo de pulsar su disposición y el encaje en sus planes de negocio.
Plan 2020 para organizar la circulación de los trenes Madrid-Levante
De acuerdo con la información indicada por el Departamento que dirige Raquel Sánchez, el plan diseñado en 2020 para organizar la circulación de los trenes entre Madrid y Levante analiza en profundidad la capacidad de las terminales de Atocha y Chamartín con el fin de responder a las necesidades de la liberalización del sector y aumentar un 50% el tráfico para dar cabida a los nuevos operadores.
Para su elaboración, se priorizó el servicio y se tuvieron en cuenta diferentes fases de explotación en función de la disponibilidad de las infraestructuras que van a configurar la red de alta velocidad madrileña, como el túnel Atocha-Chamartín, la estación pasante de Atocha y la nueva estación de Chamartín con más vías.
El objetivo es dar respuesta a los tráficos previstos en los acuerdos marco con las operadoras en un contexto de liberalización con más oferta.
La ubicación de la cabecera en Chamartín incrementa menos de 10 minutos los tiempos de viaje en los trenes directos entre Madrid y Alicante y consigue un ahorro de tiempo mucho mayor en los servicios transversales, señala el Ministerio de Transportes.
Por su parte, los tráficos de Renfe con destino Valencia seguirán operando temporalmente desde Madrid-Puerta de Atocha, hasta que la estación Madrid-Chamartín-Clara Campoamor disponga de ocho vías de ancho estándar, con la puesta en servicio de las nuevas vías catorce y quince.
Además, el tramo Chamartín-Torrejón de Velasco, que se puso en servicio el 1 de julio tras una inversión de 1.000 millones de euros, favorece el movimiento de los trenes que, procedentes de Levante, se encaminan hacia Chamartín desde Torrejón de Velasco, evitando el cruce con las vías de alta velocidad Madrid-Andalucía.
A su vez, el túnel en ancho estándar entre Atocha y Chamartín permite la circulación de tráficos transversales entre el norte y oeste con el este y el sur, que podrán tener paradas en Madrid-Puerta de Atocha, al igual que los servicios a la Comunidad Valenciana y Murcia, cuando se construya su nueva terminal pasante.
Incremento de viajeros hacia Valencia y Murcia
Adif Alta Velocidad avanza en la remodelación y ampliación de las estaciones de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor y Madrid-Puerta de Atocha para dar respuesta al incremento de viajeros desde y hacia la Comunidad Valenciana y Murcia.
Esta actuación forma parte de la remodelación de la estación, a la que se está dotando de un nuevo vestíbulo, desde el 3 de agosto ya está ampliado, y cuatro vías más destinadas a la alta velocidad, además de otras dos vías que modifican su ancho, antes de su remodelación integral que surgirá de un concurso global ya en marcha.
Todas estas inversiones, de gran complejidad técnica, se realizan manteniendo el servicio ferroviario, diseñándose soluciones transitorias que permiten el mantenimiento de todos los servicios.