El botón de la lavadora que debes usar pare reducir tu factura de luz a más de la mitad
Con este sencillo truco, que se encuentra en un botón de tu lavadora, podrás reducir el coste de la factura de electricidad en tu hogar.
En nuestra rutina diaria, empleamos numerosos electrodomésticos, como la nevera, el lavavajillas, el televisor, la lavadora y la secadora. Entre ellos, la lavadora y la secadora son los que más energía consumen. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la lavadora utiliza aproximadamente 1.034 Wh por cada ciclo de lavado. En comparación, un lavavajillas consume 757 Wh, un horno 900 Wh y una secadora 2.000 Wh.
El elevado consumo de la lavadora puede provocar un aumento significativo en la factura de electricidad, especialmente en hogares con varias personas.
El error más común está en la temperatura del lavado
A menudo pensamos que más es igual a mejor, pero en este caso no es así. Generalmente, la temperatura ideal para lavar la ropa, asegurando una limpieza completa sin dañar los tejidos, es de 40 grados centígrados.
El agua a 40 grados centígrados es lo suficientemente tibia para limpiar la ropa eficazmente sin dañarla. A esta temperatura, los detergentes actúan de manera eficiente para eliminar la suciedad y las manchas, mientras que los tejidos permanecen protegidos. El agua no está tan caliente como para causar desgaste en las fibras ni provocar que los colores se destiñan, lo que resulta en una limpieza efectiva y un cuidado óptimo de las prendas.
Sin embargo, según los estudios, lavar la ropa a 30 grados también puede ofrecer resultados similares y consume la mitad de electricidad en comparación con los ciclos a 40 grados. Con un simple botón y un ajuste de temperatura reducido, puedes disminuir considerablemente tu factura de electricidad, evitando el gasto innecesario de energía.
También los estudios muestran que es realmente aconsejable no utilizar el programa de prendas delicadas, ya que este el que más agua consume y, por lo tanto, también gasta mucha electricidad. Además, esta opción de nuestra lavadora puede hacer que la ropa se deteriore más rápidamente.
Beneficios de lavar con agua fría
Lavar la ropa en agua fría ofrece beneficios adicionales, como un mejor cuidado de las prendas.
Repasamos cuándo es recomendable elegir esta opción de lavado:
Prendas delicadas: Materiales como seda y lana, así como prendas con bordados, se benefician del agua fría para minimizar el riesgo de daño o encogimiento.
Ropa de colores vivos o oscuros: El agua fría ayuda a mantener la intensidad de los colores y evita que se desvanezcan o destiñan, especialmente en las primeras lavadas de prendas nuevas.
Ropa ligeramente sucia: Para prendas que no están muy sucias, el agua fría suele ser suficiente, especialmente cuando se usa un detergente eficaz en bajas temperaturas.
Prendas de materiales sintéticos: Telas como poliéster y nylon se lavan bien en agua fría y conservan mejor su forma y textura.
Prevención del encogimiento: El agua caliente puede provocar el encogimiento de ciertas telas. El agua fría ayuda a preservar la forma y el tamaño originales de las prendas.