Los beneficios de pasar frío, según los expertos
Las bajas temperaturas ayudan tienen un impacto positivo en la salud, con beneficios físicos y psicológicos.
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Al contrario de lo que se puede pensar, pasar frío puede ser beneficiosopara la salud. El hecho de exponerse a bajas temperaturas tiene numerosos efectos positivos en el cuerpo humano, tanto físicos como psicológicos. Por ello, es conveniente salir de nuestra zona de confort térmico y bajar de vez en cuando nuestra temperatura corporal, algo que se puede hacer aprovechando el invierno.
A continuación se detallan cuáles son los beneficios de la exposición al frío.
Beneficios metabólicos
El frío aumenta la adiponectina, una proteína liberada por los adipocitos que estimula la quema de grasa. Las investigaciones científicas determinan que la exposición al frío eleva de forma importante el metabolismo, lo que facilita la quema de grasa.
Nuestro cuerpo tiene reservas de tejido graso marrón activo (TAM), el cual, a diferencia de la grasa blanca, esta grasa marrón sirve para quemar calorías y utilizar energía. Con las bajas temperaturas, se aumenta la actividad de TAM, y se produce un mayor gasto calórico.
Así, el frío aumenta la termogénesis con escalofríos y sin escalofríos y estos procesos nos ayudan a quemar más calorías para mantener el calor, lo que hace que aumenten los niveles de adiponectina, una proteína que ayuda a quemar grasa. En definitiva, cuanta más adiponectina, menos grasa y peso.
Regula el sistema inmune
El sistema inmune también parece beneficiarse del frío. Mediante un estudio clínico se investigaron los efectos en el sistemma inmunológico de sumergirse en agua fría (14° C durante 1 hora) durante 6 semanas. Al finalizar las pruebas, se compró que el número de células del sistema inmune habían aumentado.
Mejora la circulación
El aumento de la quema de grasa durante la exposición al frío está modulado por el sistema nervioso simpático. Las temperaturas frías actúan como un "ejercicio" suave para el sistema nervioso, que se fortalece al tener que adaptarse.
Para activar la circulación, los expertos recomiendan darse duchas de agua fría o realizar baños cambiando la temperatura entre frío y calor. Así, se cambia el tono de los vasos -vasodilatación y vasoconstricción- y, por este ejercicio, se fortalece el sistema nervioso.
Mejora el estado de ánimo
Algunos estudios científicos concluyen que exponerse al frío eleva los niveles de noradrenalina, dopamina y betaendorfinas, mejorando la vigilia y la atención. Por ello, las duchas frías pueden formar parte del tratamiento efectivo contra los síntomas de la depresión.