El volcán Cumbre Vieja en La Palma sigue expulsando de forma constante lava a más de 1000º mientras continúa devorando y destrozando pueblos. Después de días, los efectos en la geografía de la zona se convierten en insalvables, y es que se ha creado una muralla de 11 metros de altura que terminará dividiendo la isla por la mitad.
Esta es una de las consecuencias de que se haya ralentizado la colada de lava que, actualmente, está engullendo la localidad de Todoque. A raíz de su lentitud, se acumulan más restos, ocasionando una pared mucho más elevada. Sin embargo, sigue a 8 kilómetros del mar, donde se espera que desemboque.
Los bomberos que ha desplazado a la isla de La Palma el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria para ayudar frente a la erupción del volcán comenzaron anoche una operación desesperada: intentar canalizar una tremenda colada de lava hacia un barranco para salvar, en lo que se pueda, el pueblo de Todoque.
El muro será muy difícil de sortear y varios municipios podrán quedar completamente incomunicados y encerrados. Las carreteras están siendo cerradas a causa del lava, por lo que algunos trayectos que previamente eran muy cortos, ahora podrán alargarse incluso hasta las 2 horas. Las vías clausuradas, por ahora, son la LP212 en El Paso, la LP211, LP213 y LP215 en Los Llanos de Aridane, la LP2132 en Todoque y la LP2 en Tajuya.
La erupción del volcán en La Palma ya ha alcanzado más de 150 hectáreas, aunque previsiblemente esta cifra se amplíe en los próximos días a medida que avance el magma. Además, el miedo a que se abran nuevas bocas sigue candente, ya que aumentaría aun más la tierra engullida.
Cuando la lava se seque, se formarán nuevos montes y elevaciones del terreno a partir de rocas poco erosionadas y completamente inhabitables.