Daniel Sancho sigue en la cárcel de Koh Samui tras el decreto del juez de prisión provisional por el asesinato de Edwin Arrieta. El español permanecerá en este lugar situado al sur de Tailandia hasta la llegada del juicio. No obstante, primero debe pasar un periodo de aislamiento de diez días establecido por el protocolo contra el Covid-19.
Durante este periodo, podrá ser visitado solo por su abogado, mientras que después podrá recibir más visitas, también de su familia. De momento, el abogado de Sancho ha afirmado que el joven se encuentra "relajado" y que "sabe lo que hizo": "Quiere planear su vida dentro de la cárcel".
Según la legislación de Tailandia, el periodo de prisión preventiva puede durar hasta 84 días, una etapa en la que la policía debe finalizar el informe de la investigación y podría llamar a declarar a Sancho si es necesario. Así, deberá permanecer todo ese tiempo en una cárcel que varios exreclusos ya describieron hace varios años a una bloguera llamada Mia Escobud.
Estas personas narraron el día a día en la prisión donde se encuentra actualmente Daniel Sancho. A las 6 de la mañana, el guardia de turno despierta con un silbato a los presos para hacer el primer recuento y permitir posteriormente a los presentes un "momento de aseo", con más de 40 presos que coinciden en los baños al mismo tiempo.
Según dicha información, dos horas después suena el himno nacional tailandés, seguido de oraciones budistas y un segundo recuento. Los presos pasan a ponerse el uniforme correspondiente, diferenciando entre los que se encuentran en prisión preventiva, y llega el momento de un desayuno que los entrevistados definen como "arroz desagradable y caldo maloliente". La comida se sirve alrededor de las 12:00 horas y suele ser arroz y huesos de pollo, aunque se puede pedir de fuera por poco más de tres euros.
Más allá de las 14:00 horas, hay un cuarto recuento y los reclusos pasan tiempo en un gimnasio que consiste en "bloques de hormigón sobre una barra metálica y botellas de agua con arena", además de la posibilidad de ir a duchas que funcionan por silbatos para medir los tiempos de mojarse, enjabonarse y aclarar.
De 15:00h a 16:00h, hay "tiempo libre" que engloba hacer ejercicio, jugar a la petanca o al ajedrez, además de la cena. A las 16:00 horas hay que volver a las celdas, donde no hay camas, solo "mantas", según los testimonios citados. Hay posibilidad de ver televisión, aunque la controla el personal de la prisión y suelen ser programas tailandeses.
Sancho, de 29 años, se declaró culpable de los cargos de asesinato con premeditación y ocultación de pruebas de un delito, presentados el lunes por un juez del tribunal provincial de Koh Samui, que decretó prisión provisional para el joven.
El español ya se había declarado culpable del asesinato y desmembramiento de Arrieta en la comisaría de Koh Phangan el sábado, la turística isla cercana a Koh Samui en la que tuvo lugar el presunto crimen.
Arrieta era un cirujano plástico de 44 años oriundo de la población colombiana de Lorica, en el departamento de Córdoba (norte).
Sancho, que llegó a Koh Phangan el 1 de agosto, se encontró allí un día después con Arrieta, a quien conocía desde hace un tiempo.
El propio Sancho reportó la noche del jueves 3 de agosto que el colombiano había desaparecido esa madrugada, y comenzó a ser interrogado como sospechoso el viernes, para ser detenido el sábado.