ondacero.es | Marta Pérez Miguel
Madrid | 17.07.2022 14:25
Las nuevas variantes de Ómicron -BA.4 y BA.5- fueron identificadas a principios de año en Sudáfrica y ya representan la mayor parte de los casos secuenciados no sólo en nuestro país, sino también a nivel global. En las últimas semanas, se ha producido un aumento de los contagios y las hospitalizaciones por culpa de las nuevas subvariantes.
Porque es más contagiosa ya que es capaz de evadir los anticuerpos generados por la vacunación y las infecciones previas.
En concreto, según informa CNN, tiene tres mutaciones clave en su proteína que la hacen más efectiva a la hora de infectar nuestras células. Además, también presenta una mutación en los aminoácidos L452R, F486V y R493Q, la parte de la proteína Spike del SARS-CoV-2 sobre la que actúan las vacunas.
Las mutaciones genómicas de BA.4 y BA.5 respecto a sus predecesoras son tan significativas que los expertos ya hablan de un nuevo virus: el Covid-22, muy distinto al que conocimos en 2019.
Al ser una subvariante de Ómicron, sus síntomas por ahora son similares a los de la cepa predominante:
Sin embargo, el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica han señalado que hay tres síntomas clave que nos permitirían saber si estamos infectados con BA.5: diarrea, dolor de garganta y un periodo de incubación del virus más corto.
Algunos expertos, como el cardiólogo Eric Topol, han señalado que la variante BA.5 es "la peor versión del virus que hemos visto", ya que tiene un "escape inmunológico", además de "mejorar la transmisibilidad" más allá de las versiones anteriores de Ómicron.
Y esto, ¿qué significa? Que debido a su composición, BA.5 puede eludir más fácilmente la inmunidad generada ante un contagio previo o la vacunación, lo que hace que haya más riesgo de reinfección y peligro para el paciente, ya que según otra investigación, las personas reinfectadas tuvieron mayor riesgo de: