El Arzobispado de Burgos presenta una demanda de desahucio contra las exmonjas de Belorado
Se produce casi tres meses después de que la Iglesia Católica las excomulgara y expulsara de la vida consagrada.
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, en su cargo de comisario pontificio designado para el caso, ha interpuesto este lunes una demanda judicial contra las nueve exreligiosas de Belorado (Burgos), por no salir del monasterio de Santa Clara en este municipio desde que el pasado mayo abandonaron la Iglesia Católica.
Esta demanda judicial se produce casi tres meses después de que, el pasado 22 de junio, la Iglesia Católica excomulgara y expulsara de la vida consagrada a las monjas adheridas al cisma y que, por tanto, desde ese momento no tenían derecho a residir en los inmuebles pertenecientes a los recintos monásticos.
Una vez transcurrido un tiempo prudencial, otorgado por el arzobispo de Burgos como mediador entre el Vaticano y las religiosas implicadas en el caso, Mario Iceta ha interpuesto una demanda judicial en el juzgado de Briviesca (Burgos) para forzar su salida de los mismos, han informado fuentes diocesanas.
El arzobispo, por otra parte, ha informado de la denegación de la inscripción, en el correspondiente registro del Ministerio del Interior, de las asociaciones que las exreligiosas habían constituido para transformar en asociaciones civiles las entidades canónicas de los monasterios que se niegan a abandonar.
El comisario pontificio, en nombre de la comisión gestora de los monasterios de monjas clarisas situados en Belorado (Burgos), Orduña (Vizcaya) y Derio (Vizcaya), todos ellos afectados por este cisma, ha expresado su preocupación por el estado de salud y cuidados de cinco de las religiosas renuentes, todas ellas de avanzada edad.
En el momento en que así sea necesario, según las mismas fuentes, la comisión gestora está preparada para atenderlas en colaboración con sus familiares y con la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu.
Por último, Mario Iceta ha insistido en su disposición de ayudar y allanar el camino de retorno a la Iglesia Católica de todas las monjas refractarias, "donde serían acogidas con delicadeza y misericordia, a imagen de la parábola del hijo pródigo", según consta en el comunicado difundido a última hora de esta tarde.