Dos activistas han arrojado un líquido negro sobre el cuadro "Muerte y vida" de Gustav Klimt (1862-1918) en el museo Leopold de Viena yuna persona también se pegó al cristal que protege la obra.
Según las primeras informaciones el cuadro estaba protegido por un vidrio y no habría sufrido ningún daño, aunque el museo pide tiempo para evaluar en detalle lo sucedido.
El grupo "Última generación" ha compartido el vídeo en su cuenta de Twitter.
Con motivo de una festividad regional, la entrada al Museo Leopold de Viena era gratuita, patrocinada por la petrolera OMV y, pese a los estrictos controles a los que son sometidos los visitantes, los activistas consiguieron introducir el líquido negro en una bolsa de agua caliente.
Uno de los activistas ha gritado tras arrojar el petróleo sobre el cuadro: "Conocemos el problema desde hace 50 años, debemos actuar de una vez, de lo contrario el planeta se destruirá".
Detened la destrucción de los combustibles fósiles. Nos dirigimos hacia un infierno climático
Las imágenes muestran al personal del museo reteniendo a los activistas.
Esta protesta se suma a varias que han tenido lugar en las últimas semanas, como la de dos ecologistas que lanzaron sopa de tomate a 'Los Girasoles' de Van Gogh, expuesto en la National Gallery de Londres.
Por otra parte tres activistas de un grupo ecologista han sido detenidas durante una protesta por la actividad petrolera de Noruega. Dos de ellas intentaron pegarse a 'El grito' de Edvard Munch, en el Museo Nacional de Oslo.
Dos activistas de Futuro Vegetal se pegaron a los marcos de los cuadros de 'La maja desnuda' y de 'La maja vestida' de Francisco de Goya expuesto en el Museo Nacional del Prado en Madrid en señal de protesta por la emergencia climática. En medio de ambas pinturas escribieron el mensaje '+1,5º' para "alertar sobre la subida de temperatura mundial que provocará un clima inestable y graves consecuencias en todo el planeta".
También otros dos activistas del grupo alemán de protesta por la protección del clima Última Generación atacaron un cuadro del pintor impresionista francés Claude Monet lanzando puré de patata contra la obra en el Museo Barberini de Potsdam, al sur de Berlín.
Activistas del grupo ecologista Última Generación pegaron sus manos al pedestal de un esqueleto de dinosaurio del Museo de Historia Natural de la capital de Austria como señal de protesta por "la destrucción de los medios de vida".