Estos datos rompen la tendencia de pérdida poblacional que España arrastraba desde hace más de cuatro años cuando al envejecimiento de la población (más muertes que nacimientos) se le unieron los efectos de la crisis económica, con el regreso a sus países de miles de inmigrantes y la salida de numerosos españoles que tuvieron que emigrar en busca de empleo.
Si se comparan los datos del primer semestre de este año con el último de 2015, el aumento de la población es de 22.274 personas, debido a que el número de inmigrantes llegados entre enero y junio (186.059) fue superior, en 30.504 personas, al de quienes se marcharon (155.555) y suficiente, además, para contrarrestar el saldo vegetativo negativo de 8.230 (205.836 muertes menos 197.606 nacimientos).
Del total de personas que dejaron el país en el primer semestre de este año, 47.784 eran españoles que, en su mayoría, emigraron a Reino Unido, Francia y Alemania.
Así lo refleja la Estadística de Migraciones del primer semestre de 2016 difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que explica que en la segunda parte de 2015 ya se produjo un ligero aumento poblacional respecto al semestre anterior y que esta es la primera vez que la población crece en tasa interanual desde 2012.