CIENCIA

El mayor centro de investigación del cáncer está “al límite”: tiene un déficit de 4,5 millones de euros

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas acumula una deuda de 4,5 millones de euros y un estado de abandono desde hace años por culpa de su directora, María Blasco, según los jefes de los diferentes departamentos.

ondacero.es

Madrid |

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas | CNIO / Europa Press

La situación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) es crítica. Desde hace años sufre un estado de abandono visible en que, de los cuatro microscopios confocales necesarios para investigar los procesos bioquímicos quedan lugar al cáncer, solo funciona uno.

El centro se fundó en 1998 y su directora es María Blasco, que lleva 13 años en el cargo. Según unas informaciones publicadas por ABC y El País, las fuentes consultadas por estos medios le hacen directamente responsable de la complicada situación que atraviesa el centro referencia en investigación oncológica en España.

Además, añaden, llevan años denunciando la situación ante el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades sin éxito. En concreto, desde 2022, cuando enviaron las primeras cartas denunciando la situación tanto a Blasco como a Óscar Fernández-Capetillo, vicerrector del CNIO desde 2015. “Estamos en una situación límite. Carecer de microscopios confocales, es como quedarse ciego ante el cáncer. Es una herramienta de uso rutinario que necesitamos todos los grupos de investigación”, explica Manuel Valiente, uno de los investigadores del CNIO.

Los investigadores se están marchando

La situación es tan grave que hay investigadores que se están yendo a otros centros para usar su equipamiento. Algo que llama la atención, porque el CNIO cuenta con un presupuesto de más de 40 millones de euros. Si bien, los equipos son tan anticuados que otros centros aparentemente más modestos como el Severo Ochoa o el Centro Nacional de Biotecnología cuentan con una capacidad tecnológica superior, con hasta seis microscopios confocales.

En una segunda carta dirigida a Raquel Yotti, que en ese momento era secretaria general de Investigación en el Ministerio de Ciencia e Innovación, los ochos jefes del programa de oncología molecular alertaban también de la situación límite del animalario, con ratones y otros animales con infecciones.

No hay un reglamento que indique cuánto tiempo puede permanecer la directora en el cargo

Esta semana, la jefa de la unidad de microscopía ha enviado un nuevo correo electrónico a la directora del centro alertando de que, debido a las averías de los equipos, que están obsoletos y no pueden repararse, el CNIO es “incapaz de responder las necesidades de microscopía de sus investigadores”. Por ello, recalca, es “prioritario” que compre un nuevo microscopio. Si bien, desde el propio centro explican que la compra fue cancelada por falta de fondos.

Otra de las reclamaciones de los jefes del centro de investigaciones puntero en España es la dimisión de Blasco como directora. En el CNIO no hay un reglamento claro que explica cuándo debe dimitir el director, lo que provoca que los dirigentes se eternicen en el cargo. “El CNIO lleva 10 años sin cabeza” cuenta Marcos Malumbres, que es uno de los científicos que ha decidido dejar el CNIO.

CNIO Arte, un programa que no fomenta la ciencia

A esto se suma la última revelación. Según el ABC, el programa CNIO Arte, una iniciativa impulsada por Blasco para adquirir obras de arte y viajar a Mozambique o al Ártico, ha costado 877.787,99 euros. Es una iniciativa “que no promociona la ciencia” explican desde el centro, mientras que la directora, según esas mismas fuentes, “cobra 230000 euros al año”. Situación que llama la atención porque, durante años, en la puerta de entrada se podían ver pancartas pidiendo una subida salarial para científicos y técnicos, que cobraban menos de 17000 euros al año.

Si bien, el propio CNIO ha desmentido en un comunicado las cifras sobre el programa CNIO Arte y asegura que se financia gracias al apoyo de entidades privadas que específicamente quieren donar dinero para esa acción.

Una deuda de 4,5 millones de euros

Esta crisis llega en el peor momento, porque el organismo tiene una deuda de 4,5 millones de euros. La subvención que recibe del Ministerio de Ciencia, 22 millones de euros, lleva años sin actualizarse para ir a la par de la inflación. El resultado es que en las cuentas se reflejan todo tipo de malabarismos para compensar las pérdidas, como herencias que personas donan a este organismo.

Para 2025 está prevista la compra de un nuevo microscopio confocal, que cuesta en torno a 900000 euros, mientras que la deuda sigue sin resolverse y la directora del centro, inamovible.