Este es el motivo por el que la fiebre sube más por la noche: la explicación científica de una médica
La fiebre es un aumento de la temperatura corporal por encima de las cifras normales, normalmente a raíz de una enfermedad.
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Madrid |
La fiebre es una elevación temporal de la temperatura corporal normal, usualmente como resultado de una enfermedad. No obstante, cabe destacar que la fiebre en sí no es una enfermedad, sino un síntoma o una señal de que el cuerpo está luchando contra una infección o una condición médica.
María Sainz, especialista en medicina de atención familiar y comunitaria y experta en pediatría de atención primaria, incide en la importancia de diferenciar entre fiebre y febrícula, comúnmente conocida como "décimas". Explica: "De forma habitual, consideramos que una persona tiene febrícula cuando su temperatura corporal está entre 37,5 y 37,9 ºC, convirtiéndose en fiebre cuando la temperatura corporal llega o supera los 38 ºC".
Sin embargo, la fiebre no es la misma en los niños que en los adultos. Algunos estudios han señalado que, en general, los niños (desde el mes de edad) tienen una temperatura 0,5 ºC mayor que la de los adultos, y que los neonatos (bebés de hasta 30 días de edad) pueden tener, de forma normal, una temperatura normal de hasta 38 ºC.
Esta distinción condiciona, en parte, las diferencias que existen entre niños y adultos a la hora de tener fiebre. Los neonatos puede que lleguen a no tener fiebres altas incluso con enfermedades serias y, en cambio, los niños pueden llegar a alcanzar temperaturas más altas que los adultos con la misma infección que estos últimos.
¿Por qué sube más la fiebre por la noche?
La temperatura corporal está regulada en parte por la hipófisis (una glándula que forma parte del cerebro) y sus ritmos circadianos. De acuerdo con la especialista, estos son un método de regulación del cuerpo mediante la percepción de la luz.
Así, a medida que disminuye la luz ambiental, nuestro cerebro lo percibe y con la hipófisis comienza a activar mecanismos que generan calor como respuesta a ello. "Por esto, a lo largo de la tarde, la temperatura corporal puede ascender entre 0,5 y 1 ºC sin que tenga ninguna relevancia clínica.", añade María Sainz.
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando el paciente ya tenía fiebre cuando llega la noche?
"En este caso, la hipófisis no deja de funcionar como lo haría normalmente y continúa aumentando la temperatura del paciente. Por este motivo, este percibe que le sube la fiebre por la noche, cuando, en realidad, se trata de un aumento de temperatura que tiene de forma normal", sostiene la doctora.
Tratamiento de la fiebre
Respecto al manejo de la fiebre, Sainz señala que lo principal es que no siempre es necesario encontrar un tratamiento. "El motivo por el que se trata este aumento de temperatura es por el malestar que genera, pero si hablamos de febrícula o de una fiebre baja, podría no tratarse", señala.
En cualquier caso, si es necesario tratarla, la doctora expone una serie de recomendaciones:
- Tomar un antitérmico en la dosis adecuada para la edad y el peso, como por ejemplo el paracetamol o el ibuprofeno.
- Intentar evitar abrigarse en exceso, siendo ideal mantenerse cubierto lo justo para no pasar frío, pero no tanto como para evitar que se disipe el calor corporal.
- Los paños húmedos, los baños tibios o la hidratación, pueden ser de ayuda. Sin embargo, no son suficientes por sí mismos y, además, pueden ser perjudiciales si se realizan inadecuadamente.
"Por ejemplo, la gente tiende a pensar que los baños deben ser fríos para ayudar a bajar la fiebre, sin embargo, el contraste de temperaturas puede ser perjudicial, pudiendo incluso desencadenar una crisis convulsiva", añade la doctora.
La fiebre, por sí misma, suele asociarse con enfermedades infecciosas, aunque también puede hacerlo, en según qué circunstancias, con enfermedades crónicas de causa infecciosa o no. Por este motivo, siempre es recomendable consultar con un médico en caso de presentar una fiebre recurrente o de larga duración, especialmente si no asocia otros síntomas claros.