ALIMENTACIÓN

Las dos caras del papel aluminio, ¿cuál va hacia fuera, la brillante o la mate?

Te contamos todo lo que no sabías sobre este popular envoltorio.

ondacero.es

Madrid | 19.09.2024 22:43

Papel de aluminio | Pixabay

El papel de aluminio es un elemento imprescindible en nuestras cocinas, útil para envolver, conservar y cocinar alimentos, entre otros usos. Se caracteriza por tener un lado brillante y otro mate. Normalmente, se utiliza la parte que brilla hacia fuera y el lado que no hacia dentro, que es el que está en contacto con el alimento.

Hasta ahora, se han asociado diferencias entre los dos lados, como que uno absorbe más el calor que el otro o que uno genera más sustancias tóxicas que otro... Incluso, circula una teoría en redes sociales desde hace tiempo que dice que la cara mate es tóxica porque desprende partículas de aluminio que son nocivas y que ponen en riesgo la salud.

Según esta teoría, los alimentos deben ponerse en contacto siempre con la cara más brillante y no la opuesta porque es más seguro ya que "se hace un pulido del aluminio para crear una barrera y evitar el contacto directo del aluminio con los alimentos”, según dice el mensaje, una característica que “no está en ambos lados porque es un proceso costoso que haría que la comercialización del aluminio fuera inviable”.

La razón por la que una cara del papel de aluminio brilla y la otra no

A pesar de la diferencia a simple vista de los dos lados del papel de aluminio, no hay diferencias entre ambos. Durante el último paso del proceso de fabricación, que es el enrollado, dos capas de papel pasan por el tren de laminación al mismo tiempo, según los fabricantes. Este procedimiento consiste en hacer cada vez más fino el papel hasta alcanzar un espesor de unos 2/10 milímetros, pero el espesor definitivo es menor, de 1/10 mm.

En esta etapa final, el problema radica en que el papel se puede romper con facilidad, por lo que se pasan dos hojas de papel juntas por los rodillos para plancharlos y, de esta forma, las dos se hacen cada vez más delgadas al laminarlas, aunque la probabilidad de que se rompan se reduce. La parte que está en contacto con los rodillos de acero se vuelve brillante, mientras que la otra sale con un acabado mate. Esta es la única razón de sus diferencias.

Por ello, da igual el lado que se utilice para envolver, cocinar, congelar o almacenar los alimentos, aunque la mayoría sigue prefiriendo la parte brillante por fuera por simples razones estéticas.

Ya en el año 2017, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) desmentía el bulo sobre la toxicidad del aluminio “El papel de aluminio no es tóxico a no ser que se ingiera”.

Ventajas y desventajas del papel de aluminio

Lo más práctico de este envoltorio es su ligereza y lo fácil que es de manejar, por lo que se adapta perfectamente a cualquier tipo de alimento que se envuelva con él. Al no dejar pasar la luz, ni la humedad ni aromas de otros alimentos, se convierte en un gran aislante.

Sin embargo, al ser opaco, no deja ver su contenido, por lo que si no lo hemos anotado en alguna etiqueta, tendremos que romper el papel para saber qué hay dentro. Además, no se puede introducir en el microondas ni para descongelar ni para cocinar, y tiene un gran impacto ambiental, ya que es difícil de reciclar.

¿Es apto para envolver todos los alimentos?

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha confirmado que la cantidad que puede pasar de este metal a los alimentos es insignificante. Las investigaciones realizadas al respecto indican que la proporción de los alimentos cocinados con material de aluminio o usado como envoltorio es prácticamente inapreciable, en torno a un 0,1 mg/día.

Aunque el riego es mínimo, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones al usar este tipo de material, como limitar el almacenamiento de alimentos líquidos ácidos (como zumos de fruta), alcalinos (como masas con sosa) o salados con utensilios de aluminio para minimizar la liberación, ya que estos alimentos son más susceptibles a este tipo de metal.

Alternativas para envolver los alimentos

  • Envoltura de cera de abejas: esta envoltura están hecha de tela de algodón orgánico impregnada con cera de abejas, resina de árbol y aceite de jojoba, lo que hace que además estén libres de tóxicos o metales pesados. Además, es naturalmente antibacteriana y tiene propiedades antifúngicas, así como una textura adhesiva que permite que la envoltura se adhiera a los alimentos y forme un sellado hermético difícil de romperse. Así mismo, es reutilizable, lavable y compostable, lo que las convierte en una opción sostenible y saludable para el medio ambiente.
  • Un pedazo de tela: especialmente indicado para envolver bocadillos, algunas frutas o frutos secos. Pero es mejor evitarlos para envolver alimentos pringosos o que puedan desprender líquido. Es reutilizable, fácilmente lavable y respetuosa con el medio ambiente, y se aconseja utilizar una cuerda o una goma elástica para asegurarlos.
  • Envases de vidrio o bambú: para la comida más pringosa o que desprenda líquidos, esta es una mejor opción. Además, son una opción reutilizable y por ello, una excelente alternativa al papel de aluminio para almacenar alimentos.
  • Papel pergamino reutilizable: diseñado específicamente para alimentos grasos o húmedos. Este tipo de envoltorio, a diferencia del papel de aluminio, se puede lavar y reutilizar varias veces, lo que hace de esta elección una idea sostenible para el medio ambiente.