Las cuatro manías que la gente con altas capacidades suele tener sin darse cuenta
Según un catedrático de la Universidad de Yale y varios estudios hay rasgos que tienen en común las personas más inteligentes.
Craig Wright es catedrático de la Universidad de Yale. Como profesor imparte la clase ‘Explorando la naturaleza de la genialidad' y ha escrito un libro llamado ‘Los hábitos secretos de los genios.
Según Wright, un genio es “una persona con poderes mentales extraordinarios cuyos originales trabajos o conceptos cambian a la sociedad de alguna forma significativa para bien o para mal en todas las culturas y a lo largo del tiempo”.
En su libro, el experto detalla cuatro características que tienen en común los genios. Aunque, explica, “podemos no tener ningún talento especial y aun así conseguir un gran éxito profesional”.
Obsesión
Como explica en el libro, la genialidad no es algo que llega de repente, sino que “es, en realidad, la culminación de un largo trabajo que en el caso de las personas más inteligentes es impulsado por una obsesión obstinada”. Es esa obsesión las que les hace conseguir lo que se proponen.
De hecho, Wright segura que cuando unos padres fomentan a sus hijos a especializarse en una sola cosa, “se están equivocando”. Es mejor fomentar diferentes pasiones para “combinar distintos elementos que otros no podrían” explica.
Morderse las uñas
Aunque la onicofagia, como se conoce al trastorno de aseo relacionado con morderse las uñas de manera crónica e incontrolable, se asocia con la ansiedad, un estudio de Psychology Today sugiere que las personas con esta manía son perfeccionistas. Y el perfeccionismo, según Sylvia Sastre-Riba, profesora de Psicología de la UNIR, es una característica de las personas muy inteligentes. “El perfeccionismo es un constructo psicológico relacionado con la excelencia y una manifestación óptima de alta capacidad intelectual” añade.
Al morderse las uñas, las personas inteligentes estimulan la creatividad y concentración.
Prefieren trabajar a solas
Según diversos estudios, hay correlación entre la alta sensibilidad sensorial y una gran inteligencia. Esto significa que las personas más inteligentes procesan la información sensorial de forma más profunda. Por eso se sienten abrumadas por ruidos fuertes y multitudes, prefieren trabajar solas y en lugares calmados.
Hablan solas
Si hablas contigo mismo podría ser un signo de que tienes habilidades de pensamiento, memoria y percepción más avanzadas que la mayoría, determina un estudio de las universidades de Wisconsin y Pensilvania. En este estudio se demostró que cuando se pedía a los participantes que recordaran objetos tenían más éxito quienes los decían en voz alta para acordarse. Según los investigadores, de esta manera se activan en el cerebro “las propiedades visuales relacionadas con esos objetos”, lo que ayuda a encontrarlos más fácilmente.