Crema hidratante o protector solar: ¿qué se debe poner primero? Esto recomiendan los expertos

Con la llegada del verano, los días soleados nos invitan a disfrutar de la playa, la piscina y las actividades al aire libre. Sin embargo, mientras nos preparamos para estos días llenos de diversión, no debemos olvidar la importancia de proteger nuestra piel de los efectos nocivos del sol. En esta época del año, mantener una rutina adecuada de cuidado de la piel es crucial para prevenir daños a largo plazo y mantener un aspecto saludable y radiante.

Ahora bien, es probable que, si también te aplicas tónicos o crema hidratante, te surjan dudas sobre dónde y cómo encajar correctamente la crema solar. Por ejemplo, ¿qué se debe aplicar primero, la crema hidratante o el protector solar? ¿Es importante seguir un orden determinado?

"El orden no es relevante", sentencia Pablo Fonda, dermatólogo en el Hospital Gómez Ulla de Madrid y en el proyecto Madriderma. "Si bien la crema solar se estabiliza en la piel 10 minutos después de su aplicación, por lo que tiene sentido aplicar el fotoprotector después de la hidratación diaria", añade el doctor. Además, el doctor Fonda aclara que "El efecto del fotoprotector es similar antes de aplicar cualquier otro tipo de producto sobre la piel que sobre ésta sin ningún cosmético o maquillaje".

En relación a otro mito común, destaca que "No parece ser cierto el hecho de tener que aplicarse la crema solar 30 minutos antes de la exposición al sol, sino que ejerce su efecto protector desde su misma aplicación". Esto confirma que "Echarse la crema hidratante previamente sería más adecuado".

Sin embargo, Olaya Vázquez, farmacéutica experta en dermofarmacia de Arbosana Farmacia y dermoconsejera en el centro de belleza y bienestar Rocío Escalante, incide en la importancia de aplicar primero la crema hidratante y, posteriormente, el protector solar.

"Esto se debe a que el fotoprotector debe estar en la capa más externa de la piel para formar una barrera efectiva contra los rayos UV", explica la especialista. "Si aplicamos el protector solar primero y luego una crema hidratante, existe la posibilidad de que la hidratante interfiera con su capacidad de formar una barrera uniforme, disminuyendo su efectividad en la protección", añade.

Según Concetta D'Alessandro, médica del equipo de dermatología del Instituto de Dermatología Integral, la recomendación general es que "La crema hidratante e, incluso algún posible sérum (ácido hialurónico, vitamina C, etc.) se aplican primero. El protector solar siempre es el último paso. De hecho, se tiene que reaplicar a lo largo del día cada 2-3 horas, o bien después de cada baño o si se ha sudado mucho".

¿Cómo afecta el tipo de piel (grasa, seca, mixta) a la elección del orden de aplicación?

Según Luis Pastor, dermatólogo en el Hospital Ruber Internacional, el tipo de piel "no afecta en absoluto" al orden de aplicación de la crema hidratante y el protector solar. El doctor añade también que "El protector solar no se ve influenciado por otros productos de aplicación local". Pastor enfatiza que lo único relevante al elegir un protector solar eficaz es su índice de protección, como SPF 15, 30, 50+. Además, señala que "Existen cremas de protección solar específicas para pacientes con piel grasa o acné, así como para pieles secas, y recomienda elegir la textura o densidad adecuada de la crema solar".

Por su parte, Olaya Vázquez destaca otro aspecto crucial: "Lo más importante es que afecta al uso adecuado del producto, es decir, la cantidad adecuada para garantizar protección y la rutina de aplicación, lo que influye en la adherencia de aplicación".

Además, la farmacéutica enfatiza que "El uso adecuado del producto de protección solar, incluyendo la cantidad necesaria para garantizar una protección efectiva y la rutina de aplicación, es fundamental". Sostiene también que "el protector solar debe ser siempre el último paso de la rutina cosmética, independientemente del tipo de producto utilizado anteriormente".

D'Alessandro añade que "El orden de aplicación siempre es el mismo, primero la rutina facial que se siga, teniendo en cuenta el tipo de piel que se tenga y, por último, el protector solar. También se tiene que tener en cuenta el tipo de piel a la hora de elegir la textura del protector solar. Más formato gel u 'oil free' si se tiene la piel grasa; formato crema en el caso de las pieles secas y reactivas; y formato fluido o en spray para las pieles mixtas".

La dermatóloga también explica que, si la crema solar se aplica como primer paso, los productos de tratamiento "no se absorberán", ya que la crema solar tiene una función barrera. Además, hay que tener en cuenta que, al tener que reaplicar la crema solar, los productos de tratamiento se quedarán "en la capa intermedia y no tendrán ningún tipo de efecto", alerta.

¿Es recomendable utilizar una crema hidratante con protección solar incluida para simplificar la rutina?

Cuando se trata de simplificar la rutina de cuidado facial, muchos se preguntan si es correcto optar por una crema hidratante que incluya protección solar. Según Olaya Vázquez, "Siempre que te apliques la cantidad adecuada y cubra tus necesidades, no habría ningún inconveniente".

Por su parte, el doctor Luis Pastor explica que "Normalmente, un protector solar consiste en una serie de sustancias que pueden integrarse en una base o crema. Elegir el tipo de protector solar adecuado puede evitar la necesidad de utilizar otra crema adicional". Además, señala que "También existen cremas hidratantes con protección solar, por lo que, si el Factor de protección solar (SPF) es adecuado, es igualmente efectivo optar por un protector solar independiente o una crema combinada. Lo crucial es determinar primero el SPF necesario y luego elegir la textura o densidad de la crema según las preferencias individuales".

D'Alessandro recomienda que la crema hidratante o de día incluya algún tipo de fotoprotección. La doctora menciona que, en caso de no pasar mucho tiempo en la calle o durante épocas de poco sol, una crema hidratante con un factor de protección de 30 podría ser suficiente. No obstante, enfatiza que los dermatólogos sugieren que la rutina facial siempre termine con la aplicación de un fotoprotector solar específico. De esta manera, se asegura una protección completa contra los rayos UVAB, garantizando que estos no afecten la piel en ningún momento.

Recomendaciones para personas con condiciones cutáneas (acné, rosácea o sensibilidad extrema)

Cuando se trata de proteger la piel en condiciones como el acné, la rosácea o la sensibilidad extrema, es crucial seguir las recomendaciones específicas de expertos. Según el dermatólogo Luis Pastor, "El consejo que se les puede dar es que elijan un protector solar específico para su enfermedad, ya que casi todos los laboratorios de Dermatología ofrecen opciones adaptadas a estos problemas". Además, sugiere que "Pueden optar por un protector solar como única elección o aplicar su crema habitual junto con un protector solar de textura similar a la crema hidratante diaria, en el orden que prefieran".

Por otro lado, Olaya Vázquez enfatiza que "El orden de aplicación no cambia en estos casos". Es decir, independientemente de la condición cutánea, mantener una rutina consistente puede ayudar a evitar irritaciones y maximizar los beneficios de los productos.

Finalmente, D'Alessandro subraya que las pieles con afecciones, como acné, rosácea o sensibilidad, deben usar cremas de tratamiento específicas para su patología dermatológica. La dermatóloga añade también que las cremas solares, que siempre se deben aplicar como último paso de la rutina facial, también deben ser adecuadas para estas condiciones.

"En la actualidad, existen cremas solares diseñadas para cada tipo de piel; aplicar una crema con una textura no adecuada al exponerse a la radiación solar podría empeorar o provocar brotes de acné, rosácea o intolerancia por sensibilidad." No obstante, el orden de aplicación debe mantenerse constante: primero las cremas de tratamiento y, luego, los fotoprotectores solares.

Además de estas recomendaciones, es importante recordar que elegir productos etiquetados como "oil-free" (libres de aceite) o "no comedogénicos" puede ser beneficioso para quienes sufren de acné. También, los productos con ingredientes calmantes, como la calamina, pueden ser útiles para aliviar la rosácea y la sensibilidad extrema.

Concretamente, la calamina tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes, lo que puede ayudar a reducir el enrojecimiento y la irritación asociados con estas condiciones cutáneas específicas.