COVID PERSISTENTE

Covid persistente cuatro años después de la pandemia: qué es y cuáles son sus síntomas

En España más de dos millones de personas sufren covid persistente.

ondacero.es

Madrid |

Covid persistente cuatro años después de la pandemia: qué es y cuáles son sus síntomas | David Zorrakino / Europa Press

Ayer se cumplieron cuatro años desde que se declaró el estado de alarma en nuestro país por la pandemia. Aquel sábado comenzó el confinamiento que, en un principio, iba a durar 15 días y acabaron siendo casi tres meses. Una situación que parece que muchos hemos olvidado ya y sin embargo, otras tantas personas arrastran las consecuencias de esta enfermedad a día de hoy. Aproximadamente dos millones de ciudadanos españoles sufren covid persistente. Una cifra que irá aumentando a medida que los contagios sigan creciendo y que afecta a un 5-10% de los pacientes tras la infección inicial.

Este 15 de marzo se celebra por segunda vez el Día Internacional del Reconocimiento de Covid Persistente y sus pacientes han firmado un manifiesto en el que aseguran que se sienten "solos" y ruegan que no se les olvide. Además afirman que se encuentran en "una situación de especial vulnerabilidad laboral y social". A diario se enfrentan a múltiples inconvenientes como problemas laborales, profesionales de Atención Primaria que no les entienden o Administraciones que les niegan discapacidades. Asimismo critican la "falta de interés, estímulos y medios para la investigación".

Según recoge una encuesta de la SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia) un 29% de los afectados está de baja laboral, un 19% trabaja con muchas limitaciones y sólo un 15% desempeña su labor con total normalidad.

Los enfermos lamentan que todavía no exista un tratamiento eficaz. Sostienen que muchos de ellos tienen un grado de discapacidad no reconocida y que otros tantos se han visto sin trabajo y "en riesgo de exclusión social". Algunos incluso carecen de los medios económicos para poder costearse los medicamentos.

Qué es el Covid persistente

El Covid persistente o 'Long Covid' es un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas de COVID-19 semanas o meses después de la infección inicial o por la aparición de estos tras un tiempo sin ellos. Estas afecciones afectan tanto a pacientes graves como a leves. Aunque se ha detectado que parece más frecuente en personas de edad media y en mujeres.

Síntomas

La web de la Asociación Madrileña de Covid Persistente (AMACOP) explica que se han detectado más de 200 síntomas distintos en pacientes, que van desde los generales hasta neurológicos, cardiovasculares, respiratorios, musculoesqueléticos, digestivos, psicológicos, dermatológicos u oftalmológicos.

  • Respiratorios: sensación de falta de aire, tos persistente o dolor en el pecho.
  • Generales: malestar, fatiga, dolor muscular y articular, mareos, fiebre, debilidad, etc.
  • Dermatológicos: urticaria, caída de pelo, cambios en la piel, picores, alergias, etc.
  • Digestivos: diarrea, dolor de estómago, pérdida de apetito.
  • Neurológicos: dolor de cabeza, trastornos del sueño, problemas de memoria, hormigueo, dificultad para hablar, alteraciones en el gusto y el olfato.
  • Cardiovasculares: cambios en la tensión arterial o palpitaciones.
  • Psiquiátricos y emocionales: depresión o ansiedad, estrés postraumático.
  • Oídos, garganta y ojos: pitidos en los oídos, ojos secos, dificultad para tragar.
  • Reproductivos o endocrinos: cambios en los ciclos menstruales o alteración en la glándula tiroides.

Factores genéticos que pueden predisponer el Covid persistente

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y la Universidad Francisco de Vitoria han arrojado algo de luz en la identificación de factores que podrían ayudar a predecir quién tiene mayor riesgo de desarrollar el síndrome.

Síntomas iniciales como la fatiga, mialgia y dolor de cabeza son indicativos de un alto riesgo de desarrollar Covid persistente. "Factores como haber requerido atención de emergencia, reinfecciones por el virus, antecedentes de enfermedades previas y respiratorias, así como la niebla mental, se han asociado con un aumento significativo en la vulnerabilidad a este síndrome", ha señalado Ángel Lizano, uno de los autores del estudio.