PSICOLOGÍA

Cómo identificar a una persona con altas capacidades: dos psicólogos nos dan las claves

Miriam Méndez

Madrid |

Cómo identificar a una persona con altas capacidades: las claves de dos expertos | Pixabay

En un aula llena de estudiantes, hay uno que siempre parece estar en otro mundo, con la mirada perdida en la ventana, mientras los demás siguen la lección. Sin embargo, cuando el profesor le hace una pregunta, responde con una precisión asombrosa, como si todo ese tiempo hubiera estado descifrando el universo en su cabeza. A su lado, otro estudiante sobresale sin esfuerzo en matemáticas, pero lucha para encajar socialmente. ¿Qué tienen en común? Ambos podrían ser ejemplos de personas con altas capacidades, un término que, a menudo, se malinterpreta y se simplifica con palabras como "superdotado" o "genio".

Pero, ¿qué hace que sus mentes sean diferentes? ¿Cómo se pueden identificar sin caer en estereotipos? Y, lo más importante, ¿cómo podemos crear un entorno que les permita brillar en todo su potencial?

Identificar a una persona con altas capacidades no es tarea fácil. Se necesita más que una mirada rápida o una prueba de inteligencia. Hay señales, sutilezas y comportamientos que pueden pasar desapercibidos si no se sabe dónde buscar.

En definitiva, más allá de coeficientes y cifras, se trata saber escuchar lo que la inteligencia, en todas sus formas, tiene que decir.

Mentes brillantes: características cognitivas de las personas con altas capacidades

Identificar a una persona con altas capacidades intelectuales va más allá de las notas sobresalientes o el talento en una materia específica. Uno de los principales problemas que enfrentan estos perfiles es la falta de identificación temprana. Muchos niños con altas capacidades pasan desapercibidos o son malinterpretados como "distraídos" o "desinteresados", cuando, en realidad, están buscando estímulos que se alineen con su curiosidad y capacidad para pensar de forma profunda y creativa.

Según Carmen Sanz Chacón, psicóloga clínica sanitaria experta en superdotados y altas capacidades, directora de El Mundo del Superdotado y autora de libros como 'La maldición de la inteligencia' (2014) o 'Destacar o callar: niñas y mujeres con altas capacidades' (2023), estas personas —ya sean niños o adultos— tienen una capacidad de aprendizaje superior a la media. "Los niños con altas capacidades suelen aprender más rápido y, además, son más maduros que sus compañeros de la misma edad", comenta. Desde temprana edad, destacan en el desarrollo verbal y tienen una facilidad notable para comprender áreas complejas como, por ejemplo, las matemáticas y la lógica.

Sanz Chacón advierte que, aunque las habilidades lógicas y verbales suelen destacar, esto no necesariamente implica buenas notas. Es común que los intereses y preocupaciones de estos perfiles se sitúen por encima de lo habitual para su edad, lo que puede llevar a que sus necesidades intelectuales no sean cubiertas adecuadamente en entornos educativos convencionales.

Rafael Medina, psicólogo clínico y especialista en neurociencia y altas capacidades, añade que la curiosidad es una de las características más distintivas de las personas con altas capacidades.

Desarrollo emocional y social: los desafíos de las altas capacidades

Aunque es común asociar las altas capacidades con la imagen del "niño genio" que sobresale en todo, la realidad es mucho más compleja. SI bien el término "superdotado" se utiliza a menudo, puede ser engañoso.

Las personas con altas capacidades no son necesariamente aquellas que siempre sacan las mejores notas, ni las que se destacan en todas las áreas. Muchos enfrentan desafíos significativos en cuanto a su desarrollo emocional y social para adaptarse al entorno escolar o laboral, especialmente si no reciben el apoyo adecuado para desarrollar su potencial.

"El desarrollo emocional puede ser positivo si existen las condiciones adecuadas. No tiene por qué haber problemas, y las personas con altas capacidades pueden tener buena autoestima y buenos resultados escolares", afirma Sanz Chacón. Sin embargo, si estas capacidades no son reconocidas a tiempo, las consecuencias pueden ser graves.

Uno de los principales problemas que enfrentan es el acoso escolar o bullying. Según las estadísticas, uno de cada dos niños con altas capacidades ha sido víctima de bullying. Esto sucede porque sus intereses y formas de comunicarse suelen ser diferentes a las de sus compañeros, lo que puede generar rechazo. “Sentirse rechazado puede afectar gravemente la autoestima, provocando ansiedad, depresión e, incluso, aislamiento social", advierte la experta.

De adultos, estos problemas persisten en el entorno laboral, donde pueden experimentar situaciones de acoso, tanto por parte de sus compañeros como de sus jefes, si su talento los hace sobresalir de manera incómoda para los demás. "Además, debido a su desarrollo emocional, a veces tienen una autoestima menos afianzada o carecen de habilidades sociales, lo que puede provocar problemas en las relaciones laborales", cuenta la psicóloga.

Diferencias en la manifestación de las altas capacidades a lo largo de las etapas de la vida

Las altas capacidades intelectuales se manifiestan de forma diferente durante la infancia y la adolescencia, y evolucionan aún más en la etapa adulta. Según Rafael Medina, estas diferencias se deben, en gran parte, a las etapas de desarrollo que atraviesan las personas.

En las primeras etapas de la vida (1 a 3 años), es común observar conductas de autonomía y control del ambiente antes de lo habitual: los niños pueden empezar a andar, hablar, leer o controlar esfínteres de manera más temprana que sus pares. "Es importante tener en cuenta que la memoria de situaciones puede aparecer ya en esta etapa, cuando no es frecuente", explica Medina. Esto implica que estos niños pueden comenzar a construir su argumento de vida, es decir, a dar sentido y coherencia a sus experiencias, mucho antes que otras personas de su edad.

Durante la infancia (3 a 11 años), las diferencias cognitivas también son notables, pero es aquí donde empiezan a surgir desafíos en el ámbito social. Su alta capacidad de aprendizaje y madurez emocional, a menudo, los alejan de sus compañeros, lo que puede llevar a dificultades para integrarse en el entorno escolar. Estos niños tienden a tener intereses y formas de comunicarse que no siempre son comprendidas por los demás, lo que puede derivar en situaciones de aislamiento o incomprensión.

En la adolescencia y juventud, las dificultades sociales pueden intensificarse. "Es común que sientan que no terminan de conectar con los demás", señala Medina, lo que puede traducirse en una falta de pertenencia y, en algunos casos, en fracaso escolar. "Si aunásemos ambos contextos, se sienten como una pegatina en la que el borde de la silueta, en la que deben encajar, no terminase de ajustarse", añade.

En la adultez, las altas capacidades se siguen manifestando, pero de manera distinta. Según Sanz Chacón, las habilidades cognitivas superiores se reflejan en la originalidad de sus ideas, la creatividad y la habilidad para resolver problemas complejos.

Aunque no siempre se vea en el rendimiento académico, suelen destacar como profesionales competentes y creativos, capaces de tener éxito en sus proyectos, incluso sin haber seguido una trayectoria educativa convencional. Sin embargo, Medina advierte que es en esta etapa cuando se presenta con mayor frecuencia el sentimiento de soledad. A nivel laboral, las personas con altas capacidades pueden tener diferentes niveles de éxito o satisfacción, y ambos aspectos no siempre van de la mano. "Aunque logren destacar por sus habilidades, es común que sientan que no encuentran un entorno que comprenda o valore plenamente su forma de pensar", añade el experto en altas capacidades.

Adicionalmente, Sanz Chacón señala que las características propias de las personas con altas capacidades pueden afectar sus relaciones de pareja. "Las personas con altas capacidades suelen buscar una pareja con intereses y capacidades similares. Esto hace que encontrar pareja sea más complicado, ya que es difícil encontrar a alguien con esas características", cuenta.

Estrategias para fomentar la integración de personas con altas capacidades

Fomentar el desarrollo óptimo y la felicidad de las personas con altas capacidades es un proceso que requiere atención y estrategias adecuadas en diferentes contextos, desde el familiar hasta el escolar.

El primer paso fundamental es la identificación. Como señala Carmen Sanz Chacón, es crucial que las personas con altas capacidades se conozcan a sí mismas y reconozcan los desafíos que han enfrentado. Este proceso de autoconocimiento les permitirá comprender mejor sus necesidades y trabajar en ellas. "Contar con la ayuda de psicólogos especializados en altas capacidades es esencial, ya que no todos los profesionales poseen la formación necesaria para abordar estas particularidades", recomienda la especialista.

Rafael Medina, por su parte, destaca la importancia de un ambiente familiar saludable, que establezca límites sanos y brinde un sostén afectivo. Un hogar donde se respete la búsqueda personal de conocimiento y se fomente la tolerancia a la frustración puede ser clave para el bienestar emocional de estas personas. Además, es vital que los padres trabajen en su propio bienestar emocional, ya que una relación sana con los hijos es fundamental.