Cada vez más jóvenes y más mujeres presentan daños en el hígado relacionados con el alcohol
Un tercio de la población sufre de hígado graso, relacionado con la alimentación. Uno de cada diez españoles tiene un consumo patológico del alcohol desde el punto de vista hepático.
Madrid |
"Cuando le pregunto a un paciente cuánto bebe, la respuesta suele ser: lo normal, cuatro o cinco cervezas al día y algún cubata los fines de semana. Eso no es lo normal ni por asomo". Es la experiencia en primera persona y en consulta del hepatólogo Manuel Romero, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEHH). "La mayoría de las personas que llegan a consulta con una enfermedad hepática relacionada con el alcohol no tienen ninguna conciencia de tener un problema con la bebida", añade.
En España, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, un 10% de la población bebe alcohol diariamente y aunque existen tablas sobre lo que se considera consumo de riesgo, dividido por sexos, ya que a las mujeres les afecta más el alcohol, insisten los especialistas en que "no hay cantidad segura en el consumo de alcohol". Tomarlo de forma diaria o en forma de atracón (cinco bebidas alcohólicas en dos horas) son las dos formas más peligrosas de consumo.
¿Qué le ocurre al hígado cuando consumimos alcohol?
El daño hepático se acumula. "Da igual que el consumo sea diario o que sea ocasional en grandes cantidades -explica Rocío Aller, secretaria científica de la AEHH-. El hígado no es capaz de metabolizar esa cantidad de alcohol. Se produce una inflamación y a largo plazo es factor de riesgo para la cirrosis y es la causa principal de cáncer de hígado y de trasplante".
Y si todo esto es grave en adultos, el riesgo se multiplica en los menores. "Son una población vulnerable y no está controlado ni el acceso ni la comercialización ni la publicidad, remarca la especialista en Aparato Digestivo, Rocío Aller- Empiezan a consumir antes de la mayoría de edad, muchas veces en forma de atracón y nuestra obligación es educarles". La última encuesta Estudes, del Plan Nacional sobre Drogas, más del 70% de los menores entre 14 y 18 años han consumido alcohol en los últimos doce meses y algo más de la mitad en los últimos 30 días.
El hígado no se recupera en tres días
"Es momento, explica Aller, de romper mitos. En tres días no se recupera el hígado después de beber. Cualquier cantidad de alcohol es dañina y sobre todo en menores de edad". Por eso, la Asociación Española para el Estudio del Hígado aplaude el anuncio del Ministerio de Sanidad de un anteproyecto para prevenir el consumo de alcohol. Estrategia que han venido anunciando de forma periódica equipos ministeriales anteriores sin llegar a concluir en un texto legal. Los hepatólogos piden que cualquier norma se vincule a la puesta en marcha de una Estrategia Nacional de Salud Hepática.
Y algo más. "Esta sociedad vive inmersa en el alcohol, forma parte de nuestra cultura -apunta Manuel Romero- y son necesarias campañas para informar a la población. El alcohol está absolutamente blanqueado. La gente tiene que saber a qué se expone cuando consume alcohol y ahora mismo no lo sabe. El principal problema que vemos en consulta son los pacientes que toman alcohol de forma social, que no son conscientes de que están en riesgo, que no tienen ninguna sensación de tener una enfermedad relacionada con el alcohol y que, en cambio, cuando vienen a la consulta tienen una enfermedad hepática evolucionada".
Pacientes cada vez más jóvenes y más mujeres
En España el 10% de la población tiene un consumo patológico del alcohol desde el punto de vista hepático. Y el perfil de los pacientes está cambiando. Explican los hepatólogos que ven cada vez pacientes más jóvenes en consulta. "Y más mujeres -explica el doctor Romero- que están consumiendo alcohol de manera tóxica, a lo que hay que sumar la mayor sensibilidad de la mujer al alcohol. Frente al hígado graso, la mujer está protegida antes de la menopausia, pero muy perjudicada después".
El hígado graso es otro de los grandes problemas hepáticos de los españoles. Lo sufre un tercio de la población, asociado a la obesidad y al sobrepeso. Patología silente, asintomática que padecen alrededor de diez millones de españoles y que se agrava con el consumo de alcohol. "Todo consumo, aunque sea una sola copa de vino, se asocia -explican los hepatólogos- con daño hepático en este tipo de pacientes".
El hígado graso y el consumo de alcohol son ya en España la primera causa de cirrosis y de trasplante hepático. "Los menores de edad no deben tomar alcohol y con una enfermedad hepática como hígado graso tampoco -insiste Manuel Romero, pero si uno está sano como una pera y quiere tomar alcohol, tiene que saber que no hay ningún límite de alcohol que sea seguro".
Los especialistas en hígado de la AEEH están celebrando en Madrid su Congreso anual, afrontando los retos que plantea la progresión de las enfermedades hepáticas y su vinculación cada vez más acusada con el consumo de alcohol.