SALUD

Alerta por el aumento de casos de gripe aviar: Así es el virus H5N1 que se investiga en EEUU

Una reciente investigación advierte de que, debido a la falta de control de virus, es posible que haya variantes que se estén propagando sin ser detectadas.

🦠 Un nuevo estudio alerta del potencial de la gripe aviar para transmitirse entre mamíferos, incluso en humanos

ondacero.es

Madrid | 01.10.2024 13:28

La OMS confirma la primer muerte por la nueva variante de gripe aviar en China | EFE

La posibilidad de que el virus de gripe aviar H5N1 se pueda contagiar entre humanos ha hecho saltar las alarmas en Estados Unidos.

Actualmente, las autoridades del país están investigando siete casos de personas que estuvieron en contacto con el primer paciente infectado de gripe aviar sin que hubiese estado en contacto con animales. De momento no se ha podido confirmar que ninguna de estas personas esté infectada por el virus, pero sí que presentaron síntomas compatibles con la enfermedad.

Sin embargo, un total de 94 sanitarios estuvieron en contacto con el "paciente cero" de Misuri y no han presentado síntomas, por lo que se considera que hay una baja probabilidad de que la gripe aviar H5N1 se transmita entre humanos.

Las estrategias de control "no están funcionando"

Una reciente investigación recogida en la revista 'Nature' advierte de que las estrategias de control del virus de la gripe aviar (H5N1) "no están funcionando", por lo que cabe la posibilidad de que haya variantes que se estén "propagando silenciosamente" sin ser detectadas.

El estudio, dirigido por investigadores del Instituto Pirbright de ciencias veterinarias de Reino Unido, ha analizado los brotes recientes del virus H5N1 en visones de granjas peleteras de Galicia, en focas y leones marinos en Suramérica, y en granjas de vacas lecheras de Estados Unidos, donde ya hay más de 200 rebaños afectados en 14 estados.

Precisamente en Misuri (Estados Unidos) se detectó el primer caso humano de la gripe aviar sin contacto con animales infectados el pasado agosto, que constituye el decimocuarto contagio en humanos reportado en lo que va de año en este país aunque los 13 casos previos si correspondían a personas expuestas a animales infectados.

Los investigadores han visto que las estrategias de vigilancia del virus fallan en el reporte de los datos de contagios, especialmente en las granjas de vacas de Estados Unidos, lo que supone "enormes lagunas para los mecanismos de control".

"El problema parte de que en Estados Unidos solo es obligatorio a declarar la gripe aviar en aves de corral, no en mamíferos. El departamento de Agricultura solo exige pruebas del virus H5N1 cuando el ganado lactante se traslada de un estado a otro", subraya uno de los autores del estudio, Thomas Peacock, especialista en zoonosis del Instituto PirBright.

Peacock advierte del contraste entre la falta de datos actual sobre la propagación del virus en granjas de Estados Unidos, y el control exhaustivo que llevaron a cabo generaciones previas de ganaderos en este país con la fiebre aftosa del ganado, gracias a lo cual se frenó de forma eficaz.

Cómo se trasmite el virus

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) explican que las aves infectadas transmiten el virus a través de la saliva, las mucosas y las heces, y que otros animales infectados pueden tener virus presentes en sus secreciones respiratorias, diferentes órganos, en la sangre u otros líquidos corporales, incluida la leche animal.

Las infecciones en humanos pueden darse cuando el virus llega a los ojos, la nariz o la boca de una persona o cuando esta persona inhala partículas del virus. Esto puede suceder cuando el virus está en el aire (en gotas, pequeñas partículas de aerosol y posiblemente polvo) y se deposita en las membranas mucosas de los ojos. También se puede dar cuando una persona toca algún objeto contaminado con el virus y luego se toca la boca, los ojos o la nariz.

Hasta el momento se han detectado 887 infecciones en humanos y 463 muertes en el mundo, con una tasa de letalidad del 52%.

En la mayoría de los casos el contagio se produjo por el contacto estrecho con un animal infectado.

La nueva variante H5N1 se detectó en 2022 y desde entonces los casos registrados en Estados Unidos han sido leves y sin que haya cadenas de contagio.

Brotes invisibles y vacunación

Los científicos alertan también del riego que supone que el análisis del virus de la gripe aviar en fauna salvaje se centre solo en los cadáveres, y no se practiquen pruebas a animales vivos, "lo que implica que puede haber variantes del H5N1 propagándose silenciosamente sin ser detectadas".

"La falta de datos, y de decisión y recursos por parte de las administraciones públicas puede estar dando lugar a que haya brotes invisibles propagándose silenciosamente no solo en las granjas, sino entre la gente que trabaja con animales", destaca Peacok en un comunicado.

Además de más y mejor reporte de datos, los investigadores consideran que hay que recurrir también a la vacunación, alegando que hay vacunas antigripales para las aves de corral que aunque no evitan el contagio si reducen la carga viral de la gripe aviar.

Al tiempo que recuerdan que "hay reservas de vacunas H5 relacionadas con los virus de gripe aviar circulantes que podrían producirse a gran escala usando plataformas de ARN mensajero si el virus H5N1 comienza a propagarse en humanos".

"La gravedad de una futura pandemia de H5N1 sigue sin estar clara", inciden los investigadores, porque la baja letalidad de los últimos contagios humanos, comparada con el último brote altamente mortal que se dio en Asia, puede deberse a que la infección se produjo a través del ojo y no del pulmón.

Las personas mayores pueden ser inmunes

En esa línea, afirman que las personas mayores parecen tener inmunidad parcial al H5N1 debido a la exposición en la infancia, pero los nacidos tras la pandemia de H3N2 de 1968 pueden ser más susceptibles de sufrir una enfermedad grave en una pandemia de H5N1.

Hasta ahora, los virus de la gripe aviar han causado más pandemias globales documentadas en la historia de la humanidad que cualquier otro patógeno, recuerdan los investigadores.