Los alergólogos alertan de una primavera más dura para los alérgicos al polen
Las elevadas temperaturas de enero han adelantado la floración de las cupresáceas y está en su apogeo la del plátano de sombra. Las gramíneas llegarán después, con hasta 7.000 granos por metro cuadrado en Toledo. La polinización será más intensa que la primavera pasada.
Madrid |
El cambio climático lleva años alterando los ritmos polinizadores de las plantas, haciendo invisibles las barreras que definían las temporadas de riesgo para los alérgicos. Marcos temporales que quienes sufren alergia al polen tienen -o tenían- muy controlados por las molestias que les producen. Éstas son las principales plantas alergénicas y sus temporadas de polinización:
- Cupresáceas. Incluye arizónicas, cipreses y tuyas. Sus meses de máxima polinización son enero y febrero
- Pino. Su máxima polinización comienza en marzo y se prolonga hasta junio
- Plátano de sombra, árbol urbano muy frecuente. Su polinización se extiende en marzo y abril
- Olivo. Poliniza entre mayo y junio
- Gramíneas. Con un periodo de polinización muy largo, de abril a julio
- Plantagináceas, entre ellas la maleza y artemisa. Poco habituales en ciudades. Polinizan entre abril y julio
- Urticáceas, como la parietaria y la ortiga. Su época de polinización va de abril a agosto.
Las elevadas temperaturas de este invierno, con el enero más cálido desde que hay registros (una temperatura media en la España peninsular de 8,4 ºC, lo que supone 2,4ºC por encima de la media habitual del mes), sumadas a las precipitaciones del mes de febrero, nos pronostican, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), una primavera con una concentración de pólenes de gramíneas que será entre moderada e intensa en el interior peninsular, oscilando entre los 1.000 granos por metro cúbico de Teruel, Zaragoza y Huesca y los más de 5.000 granos por metro cúbico en Toledo, Ciudad Real y Madrid.
Más polen, más tiempo en el aire y, por tanto, alergia más persistente
"En Castilla y León -explica el doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC- la primavera será moderada, menos en la zona de Segovia, donde se prevé intensa. Sin embargo en Aragón se espera que los alérgicos tengan una estación leve". Sin embargo, la confluencia del calor de enero y las lluvias de febrero hacen que el polen se mantenga más tiempo en el ambiente, lo que puede provocar que los síntomas de la alergia sean más persistentes.
En España hay unos siete millones de personas con alergia al polen, fundamentalmente a las gramíneas. Insisten los alergólogos en que el cambio climático está aumentando la dispersión, la cantidad y la calidad del polen. Si sumamos el efecto de la contaminación, tenemos un aumento tanto de la sensibilidad a los alérgenos como un agravamiento de los síntomas de los pacientes, "además de una mayor incidencia de enfermedades respiratorias como el asma, la rinitis alérgica y la conjuntivitis", destaca la profesora Carmen Andreu, secretaria de la SEAIC.
Los datos, de un vistazo
Islas Canarias
Primavera muy leve.
300 granos/m3 (Tenerife, Las Palmas)
Cornisa cantábrica, Navarra y La Rioja
Primavera leve: Asturias, Cantabria, Galicia, Navarra, País Vasco, Rioja
1.500 granos/m3 (La Coruña, Logroño).
2.000 granos/m3 (Lugo, Pontevedra, Orense, Santander, Bilbao, San Sebastián, Pamplona, Oviedo, Vitoria)
Litoral mediterráneo
Primavera leve: Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia
Centro peninsular
Primavera leve: Aragón.
Primavera moderada-intensa: Castilla-León, Castilla- La Mancha
Primavera intensa: Madrid (6.000 granos/m3 ) y Toledo( 7.000 granos/m3)
Sur peninsular
Primavera muy leve: Almería
Primavera leve: Cádiz, Málaga
Primavera moderada: Córdoba, Granada y Huelva.
Primavera intensa: Badajoz, Cáceres, Sevilla, Jaén.
Menos de 1.000 granos/m3 (Almería)- 7000-12000 granos/m3 (Cáceres y Badajoz)
Los expertos prevén que más de un tercio de la población mundial pueda presentar alergias respiratorias en unas décadas. "Los pacientes -apunta el profesor Ignacio Dávila, presidente de la SEAIC- tienen cada vez una patología más compleja, con mayor riesgo de polisensibilización, es decir, una sensibilidad a distintos alérgenos. Requieren una mayor dedicación de tiempo y recursos, por lo que resulta imprescindible aumentar la dotación de alergólogos en el sistema sanitario, como única respuesta posible."