Madrid |
El barco humanitario de Médicos Sin Fronteras (MSF), el Geo Barents, permanecerá amarrado desde este jueves y durante 20 días en el puerto italiano de Marina Di Carrara, tras desembarcar a 249 náufragos rescatados frente a las costas de Libia.
Se trata de un nuevo atropello del Derecho Internacional y de los derechos humanitarios, como denuncia Juan Matías Gil, coordinador de operaciones de MSF en el Mediterráneo Central.
“La orden de detención dice que el capitán no ha seguido las instrucciones de la Guardia Costera libia y ha puesto en peligro a las personas que estaban en dificultad en el barco”, asegura Matías Gil. “Estas acusaciones son absolutamente falsas”, añade.
La ONG afirma que son los guardacostas libios -financiados por la UE- los que ponen en peligro la vida de las personas, mientras que gobierno italiano de Giorgia Meloni se empeña en sancionar a quienes salvan vidas.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 320 migrantes han fallecido en lo que llevamos de 2024 en aguas del Mediterráneo Central.