FRANCIA

Uno de los condenados del caso Pelicot: "No soy un violador, tengo el alma pura"

ondacero.es

Madrid |

Imagen de archivo del resto de acusados de violar a Gisele Pelicot durante una de las jornadas del juicio | Europa Press

Uno de los argumentos que han utilizado la mayoría de los acusados por el caso Pelicot es que ellos no sabían que la mujer estaba inconsciente mientras la violaban y que pensaban que bastaba con el consentimiento de las relaciones por parte de su marido, Dominique Pelicot.

Esta defensa también ha sido utilizada por uno de los acusados, Philippe L, de 62 años. Este hombre ha sido condenado a una de las penas más bajas, cinco años, dos exentos de cumplimiento. No tendrá que entrar en prisión al carecer de antecedentes, pero sí llevar brazalete electrónico.

Philippe L, de 62 años, concedió una entrevista al diario 'El Mundo' antes de conocerse el veredicto del juicio. En la entrevista reconoce que se sorprendió cuando le acusaron de violación, que no sabía de qué le estaban hablando. "Mi cerebro se paralizó", aseguró.

Según relata al periódico, Philippe se acordó (mientras estaba bajo custodia policial) de "una pareja libertina, del hombre con el que hablé por internet, que quedamos, que todo me pareció muy raro, por eso olvidé esos cinco minutos que estuve en aquella casa".

Como ha sucedido con otros acusados, Philippe se defiende asegurando que no podía imaginar que el marido de Gisèle la drogaba y asegura a 'El Mundo' que ha sido manipulado por un ser maléfico, un demonio. Esta defensa demuestra que los acusados en ningún momento pensaban en Gisèle, simplemente la veían como un objeto sexual.

Asegura en esta entrevista que nunca le habría hecho daño a Gisèle de manera consciente y que si hubiera sabido que estaba cometiendo un crimen, no habría vuelto a su casa tranquilo. "Yo no soy un violador; tengo el alma pura", recalca.

Para este hombre, soltero y sin hijos, la Fiscalía pedía 10 años de cárcel y en el momento del veredicto, ya había estado 11 meses en prisión preventiva. Aunque el psiquiatra le describió como un hombre reservado y tímido y determinó que no respondía al perfil de abusador sexual, es uno de los 50 acusados por violar a Giséle.

"Ha sido horrible, los expertos, los psiquiatras, el visionado de los vídeos... Paso cada minuto de cada día absorbido por esto, estoy traumatizado", se defiende el hombre. Además, cree que ya ha pagado parte de lo que ha hecho tras pasar 11 meses en prisión y asegura que él no es un criminal. "Es como cuando vas con el coche y te equivocas de camino y tomas otro que no conoces. Pisas un poco el acelerador y se te cruza un niño y lo matas. ¿Eres un asesino?", se justifica.