El alto el fuego en Gaza llega 4669 días después. La guerra ha dejado más de 46.000 muertos por los ataques de Israel en la franja de Gaza que siguieron a los atentados del 7 de octubre de 2023 en los que murieron 1.200
personas y fueron secuestradas 250. De los que 98 siguen siendo rehenes de Hamás.
El acuerdo alcanzado ayer para la tregua que comenzará el domingo se llevó a cabo gracias a la mediación de los gobiernos de Catar, Egipto y EEUU, que llevan meses siendo los mediadores, antes que los gobiernos de Israel y Hamás.
Tras alcanzar el acuerdo han surgido las primeras rivalidades entre el presidente saliente de EEUU, Joe Biden, y el saliente, Donald Trump, por atribuirse el mérito del acuerdo. La Administración Biden mantiene que los términos del acuerdo se basan en la propuesta que el presidente saliente lanzó el año pasado mientras que el entorno de Trump defiende que el acuerdo se ha alcanzado gracias a su victoria electoral.
Después Biden ha reconocido que las dos administraciones han trabajado como una sola para conseguir el acuerdo y esta madrugada, el presidente se ha despedido del cargo con un discurso en el que ha celebrado que la situación en Oriente Medio sea mejor que cuando llegó a la Casa Blanca.
"Hemos trabajado como un mismo equipo (...)como una sola voz EEUU, la Unión Europea y el resto de potencias occidentales se ha mostrado satisfechos por el acuerdo. Lo ven como el primer paso a que pueda negociarse una solución definitiva para Oriente Próximo", afirmaba el presidente saliente.
Biden y Trump se atribuyen el mérito de haber contribuido a alcanzar el acuerdo de tregua, pero según altos funcionarios estadounidenses, uno de los elementos que ha llevado a alcanzar este acuerdo "sin precedentes" y "con mucho en juego para todos", es la colaboración "histórica" entre los equipos de Biden y del presidente electo, Donald Trump, cuyo impulso y presión sobre el primer ministro israelí, Benjamín Nentanyahu, sin forzar un cambio total del plan inicial de la Casa Blanca, fue clave.
El enviado de Trump en Oriente Medio, Steve Witkoff, trabajó codo con codo estos últimos días con el director de la CIA, Bill Burns, o Brett McGurk, enviado de Biden para temas de Oriente Medio, mientras que el equipo del ministro de Exteriores de Catar, Mohamed bin Abderrahmán, acercaba posturas a solo cinco días del cambio de inquilino en la Casa Blanca.
"Se intercambiaban roles. Mientras McGurk negociaba en Doha, pensamos que Steve podría tener una conversación con el primer ministro Netanyahu y fue él mismo a hacerla en persona (este fin de semana)", explicó un alto funcionario de Washington.