El Ministerio de Educación de Turquía ha decretado el cierre de 626 instituciones educativas, dentro del marco de medidas para depurar la Administración y el sector público de eventuales simpatizantes del fallido golpe militar del viernes pasado.
El cierre afecta a 524 colegios privados y 102 instituciones educativas de otro tipo y se justifica en que sus responsables podrían haber cometido "delitos contra el orden constitucional", precisa la cadena CNNTürk.
Al mismo tiempo, se ha retirado la licencia educativa a 21.683 personas que trabajaban en estos centros, medida ya avanzada ayer, agrega la citada emisora. También ha subido hoy de 15.200 a 21.738 el número de profesores del Ministerio de Educación que han sido suspendidos de empleo mientras se investigan sus eventuales vínculos con la cofradía de Fethullah Gülen, un predicador exiliado en Estados Unidos al que el Gobierno turco acusa de ser el cerebro del golpe.
Así, ya son más de 55.000 los trabajadores, tanto funcionarios como privados, que se han quedado sin empleo a consecuencias del intento de golpe. Los colegios privados y, sobre todo, las academias privadas de apoyo, que juegan un papel importante para preparar a los alumnos de secundaria para los exámenes, han sido durante dos décadas el sector con más presencia de seguidores de Gülen y una importante fuente de ingresos.
La cofradía era entonces la fuerza social que más apoyo recibía del Gobierno islamista del partido AKP y de su fundador, el actual presidente Recep Tayyip Erdogan, pero los aliados se convirtieron en adversarios en otoño de 2013, cuando Erdogan decretó el cierre de todas las academias de apoyo escolar, en un aparente movimiento de sustraerle a la cofradía su sustento económico y social.