El tifón entró de madrugada por las provincias de Nam Dinh y Quang Ninh, donde se encuentra la Bahía de Ha Long, tras virar su trayectoria hacia el norte mientras cruzaba el Mar de China Meridional, según el diario "Than Nien".
El "Haiyan" llegó debilitado a Vietnam donde, según el Centro Nacional de Previsiones Meteorológicas, se desplazará hacia el norte a una velocidad de 30 kilómetros por hora con vientos de entre 62 y 88 kilómetros por hora con picos de hasta 117. En Ha Long, varias calles quedaron inundadas por un crecida del mar de medio metro mientras el viento arrancó árboles y causó daños en varias casas, según el portal "Tuoi Tre".
Al menos cinco personas murieron y unas 22 resultaron heridas en varios accidentes mientras las autoridad hacían los preparativos ante la llegada del tifón que obligó a evacuar a unas 600.000 personas en la zona del litoral central y norte del país.
El Centro Nacional de Previsiones Meteorológicas vietnamita prevé que el "Haiyan" abandone Vietnam por la tarde y se adentre en las provincias del sur de China debilitado como tormenta tropical.
El "Haiyan" llegó a Vietnam tras arrasar varias regiones del este de Filipinas, donde las autoridades estiman que [[LINK:INTERNO||||||el tifón ha causado al menos 10.000 muertos]] y ha dejado tras de sí un paisaje de destrucción total.
Las autoridades de Filipinas trabajan hoy para hacer llegar ayuda humanitaria a los damnificados.
En Tacloban, capital de la provincia de Leyte, el "Haiyan" dejó un paisaje de destrucción total, tras golpear la ciudad con ráfagas de viento de hasta 315 kilómetros por hora y una crecida del nivel del mar de más de 2 metros en la mañana del pasado viernes.
El Superintendente Elmer Soria dijo que la destrucción alcanza al 80 por ciento de las estructuras en Tacloban, donde las autoridades desplegaron tropas del Ejército y policías en las zonas más afectadas para garantizar la seguridad.
El portavoz de la Policía Nacional de Filipinas, Reuben Theodore Sindac, dijo que unos 900 agentes fueron enviados a esta ciudad y a Samar, después de que ayer se registraran saqueos generalizados. Varios países y organizaciones internacionales comenzaron a enviar personal y ayuda humanitaria a los afectados por el tifón, entre ellas Naciones Unidas, que indicó que la destrucción dificulta el envió del material.
"Llegar a las zonas más afectadas es muy difícil. Los accesos están muy limitados por los daños causados por el tifón en las infraestructuras y las comunicaciones", dijo el representante de UNICEF en Filipinas, Tomoo Hozumi.