Las autoridades suecas han confirmado este viernes la existencia de restos de explosivos en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, que sufrieron un acto de "sabotaje" a finales de septiembre pasado.
Según ha informado la Fiscalía sueca en un comunicado, "en las investigaciones que se hicieron en el lugar en el mar Báltico se incautaron muchos objetos y el área está documentada de forma minuciosa. Los análisis realizados muestran restos de explosivos en varios de los objetos encontrados".
El fiscal sueco que investiga el incidente, Mats Ljungqvist, ha detallado que "los análisis realizados muestran trazas de explosivos en varios de los objetos no autóctonos hallados" y ha agregado que "el trabajo de análisis avanzado continúa para poder alcanzar conclusiones más determinantes sobre el incidente".
"La cooperación con las autoridades de Suecia y otros países ha funcionado de forma excelente. De cara a los siguientes trabajos en el marco de la investigación preliminar y las colaboraciones en marcha es importante que podamos trabajar con paz y tranquilidad", ha subrayado Ljungqvist.
El Servicio de Seguridad de Suecia indicó el 6 de octubre que las investigaciones habían determinado que los daños fueron causados por "explosiones" y subrayó que esto "refuerza las sospechas sobre un grave sabotaje". Así, explicó que el objetivo es determinar si existen sospechas contra personas concretas para que sean procesadas e hizo hincapié en que lo sucedido "es muy grave".
La empresa operadora del Nord Stream, Nord Stream AG, indicó tras los sucesos del mes de septiembre que los daños sufridos por tres de los conductos "no tienen precedentes", tras una fuga de gas en uno de los tramos del Nord Stream 2 y una pérdida de presión en el Nord Stream 1.
Las autoridades de Alemania, Dinamarca y Suecia han excluido a Rusia de las investigaciones sobre lo ocurrido, lo que ha desembocado en una protesta formal de Moscú, que ha advertido que no reconocerá el resultado de ningún informe en el que no haya participado.