Rusia ha reorganizado la cúpula militar que dirige las operaciones en Ucrania para tratar de mejorar la coordinación de sus unidades sobre el terreno y avanzar en la invasión del país vecino.
Para ello, el Kremlin ha designado al general Alexander Dvornikov, con experiencia previa en Siria, como primer eslabón de la cadena de mando para dirigir al invasión.
Según algunos medios anglosajones, el general Dvornikov habría estado tras la masacre contra la estación de tren de Kramatorsk, donde murieron 52 personas.
El ejército ruso ha mantenido hasta ahora diversos grupos operativos con mandos independientes y 44 días después de comenzar los ataques en Ucrania no ha logrado cumplir sus objetivos ni tomar grandes ciudades como Kiev.
Por lo tanto, Moscú está tratando ahora de acelerar la consecución de objetivos para lograr "alguna clase de éxito" antes del 9 de mayo, cuando Rusia conmemora la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
En los últimos días, las tropas rusas se han retirado de las inmediaciones de Kiev y otras zonas de Ucrania para centrar sus esfuerzos en una ofensiva en la región del Donbás, en el este del país.