Ante la posibilidad de que una nueva ola de contagios llegue desde Europa a este país, el Gobierno británico prepara una nueva legislación por la que se multará con 5.789 euros a los residentes en el Reino Unido que se vayan de vacaciones al extranjero.
La nueva ley, que endurecerá las restricciones para contener la propagación de la covid-19, impone multas cuantiosas para quienes no tengan una razón de fuerza mayor para salir del país -algo que de
hecho no está permitido desde enero-, y, de ser aprobadas el jueves, entrarán en vigor el próximo lunes.
Pese a que el Reino Unido mantiene relativamente bajos los números de contagios y muertos diarios por el virus gracias a su programa de vacunación, los positivos están aumentando en otros países de Europa, lo que ha puesto en alerta a las autoridades británicas.
En un principio, la hoja de ruta detallada por el Ejecutivo de Boris Johnson para proceder con la desescalada contemplaba permitir los viajes no esenciales a partir del 17 de mayo, como muy pronto.
Sin embargo, según un borrador de ley que recogen hoy medios locales, salir del país sin una "excusa razonable", como por motivo de trabajo o de educación, será ilegal hasta el 30 de junio.
Los personas que viajen desde Inglaterra a otra parte del Reino Unido con el objetivo de abandonar el país o se dirijan a un aeropuerto con esa finalidad también serán multadas con la citada cantidad.