Por qué Rota es una base naval clave para Estados Unidos y España
La base de rota tiene una gran importancia para la defensa de la OTAN ante amenazas externas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden ha comunicado a Pedro Sánchez que realizará un aumento de los destructores en la base naval de Rota de cuatro a seis para reforzar la presencia militar de su país y de la OTAN en la zona.
EE.UU. ya anunció en marzo que la base naval de Rota estaba lista para acoger otros dos barcos destructores más, aparte de los cuatro que se encuentran actualmente en ella.
El principal comandante militar de la OTAN y jefe del Comando Europeo de EE.UU. (EUCOM), general Tod Wolters, señaló que la infraestructura estaba ya preparada para acoger esos dos destructores en una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado de EE.UU. para dar explicaciones sobre las medidas adoptadas frente a la invasión rusa de Ucrania.
Actualmente, en Rota se encuentran los destructores estadounidenses USS Arleigh Burke, USS Ross, USS Porter, and USS Roosevelt.
¿Por qué es importante para España y EEUU la base de rota?
Dotados del sistema de radar AEGIS, los cuatro barcos suponen la contribución de Estados Unidos a la arquitectura de defensa antimisiles de la OTAN, que la alianza acordó desarrollar durante la Cumbre de Lisboa, en noviembre de 2010, para proteger a los aliados europeos contra las posibles amenazas, ante la proliferación de misiles balísticos.
Rota, una base naval de utilización conjunta entre España y Estados Unidos, participa desde 2013 en ese programa de defensa contra misiles balísticos, lo que permite el estacionamiento de los cuatro destructores de la marina estadounidense, el primero de los cuales (el USS Donald Cook) llegó a la base en febrero de 2014.
El pasado 23 de junio el buque USS Paul Ignatius, el barco más nuevo que la Armada estadounidense tenía desplegado en Europa, se asentó en la base española para formar parte del escudo antimisiles de la OTAN.
El buque, que llegó a Rota dentro de una de las rotaciones programadas de los cuatro destructores establecidos en la base, es el segundo de los ocho barcos de "inserción de tecnología" de vuelo IIA, que aporta una capacidad mejorada y avances tecnológicos a las fuerzas navales de EE.UU. en Europa y al Escuadrón de Destructores 60, según informó la Armada estadounidense en una nota de prensa.
El Paul Ignatius es el destructor número 67 de la clase Arleigh Burke de misiles guiados, con capacidad para misiones que van desde el control marítimo y las capacidades de defensa hasta la presencia en tiempos de paz y la asistencia humanitaria y el auxilio en caso de catástrofes.
Estos barcos tienen la flexibilidad para operar en las aguas de Europa y África, desde el Cabo de Buena Esperanza (sur de África) hasta el Círculo Polar Ártico.