Por qué el rey Felipe VI no ha sido invitado a México: la razón se remonta a 500 años
El Gobierno español ha protestado formalmente ante México por el veto a Felipe VI en la toma de posesión de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre, un desaire que ha tensado las relaciones entre los dos países.
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La negativa de México a invitar al rey Felipe VI a la ceremonia de posesión de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre, ha provocado que el Gobierno tome la decisión de no enviar a ningún representante a la histórica ceremonia.
Así, cuando Claudia Sheinbaum tome posesión como la primera mujer presidenta de México el 1 de octubre, una delegación estará notablemente ausente, la española. No habrá, por tanto, ningún miembro del Gobierno en la toma de posesión de Sheinbaum, aunque sí habrá representación de Sumar, su socio en el Ejecutivo, lo que no ha gustado a los socialistas españoles.
El martes, el Ministerio de Exteriores convocó al embajador mexicano para trasladarle "una nota verbal" (conducto normal de comunicación escrita entre las embajadas y el Ministerio de Exteriores), en la que manifestaba su queja por no haber invitado al rey a la ceremonia de toma de posesión.
Justificación de la exclusión
La presidenta Sheinbaum justificó la exclusión de Felipe VI de su investidura por la falta de respuesta a una carta, enviada en 2019, en la que su antecesor en la Presidencia mexicana y mentor político, Andrés Manuel López Obrador, pedía que el monarca se disculpara por los "atropellos" de la conquista española de México hace 500 años.
En 2019, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, -antecesor de Claudia Sheinbaum-, envió una carta a la corona española exigiéndole una disculpa pública por los abusos cometidos durante la violenta invasión siglos atrás.
"La llamada conquista se logró con la espada y la cruz", dijo López Obrador en un vídeo que difundió en su momento explicando su carta. "Miles de personas fueron asesinadas durante este periodo. Se impuso una cultura, una civilización sobre otra, al grado de que se construyeron iglesias católicas sobre los templos de los pueblos prehispánicos", aseguró.
España rechazó esta petición de López Obrador y funcionarios del gobierno dijeron a los periodistas que los líderes actuales de la nación no deben ser considerados responsables de las acciones de sus antepasados.
México pide una "renovada perspectiva histórica"
Aun así, Sheinbaum, afirmó que una relación bilateral exitosa entre España y México requerirá "una renovada perspectiva histórica".
El presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, respaldó la decisión de su sucesora, Claudia Sheinbaum, de no invitar al Rey Felipe VI a su toma de posesión por no haber respondido a la carta que le envió exigiendo una disculpa pública por parte de España por la Conquista y recalcó que no se trata de "un asunto personal, sino de respeto a los pueblos".
"Yo apoyo a la presidenta en esa decisión", señaló en rueda de prensa diaria, esgrimiendo que con ello lo que está haciendo es "dejar de manifiesto que México ya no es una colonia de ningún país extranjero y que se debe de respetar".
López Obrador ha denunciado que las élites españolas "estaban muy mal acostumbradas" y durante el periodo neoliberal "venían a hacer su agosto" a México "como tierra de conquista".
El mandatario ha lamentado que "cuando se les pide iniciar una relación nueva a partir del respeto y que los dos gobiernos ofrezcamos disculpas a los pueblos originarios de México, que fueron víctimas de la represión, del exterminio tanto de la época colonial como en el periodo posterior, ya una vez México siendo independiente" no hayan accedido a ello, "como lo han hecho otros gobiernos ante abusos, ante represiones".