El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, afirmó hoy, durante un discurso a la nación, que ha dado la orden expresa de "disparar a matar", sin previo aviso, contra los manifestantes que vienen ocasionando graves disturbios en los últimos días, a los que calificó de "bandidos", si ofrecen resistencia a las autoridades.
"Di la orden a los órganos de la policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso", dijo el presidente, al alertar de que no dialogará "con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros". El mandatario señaló además que "los terroristas continúan dañando la propiedad estatal y privada" y "utilizan sus armas en contra de los ciudadanos".
Di la orden a los órganos de la policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso
"Desde el extranjero se escuchan llamados a las partes para llevar a cabo conversaciones con el fin de una solución pacífica. ¡Qué tontería! ¿Cómo se puede dialogar con criminales y asesinos?", asegura. Alertó también de que "la operación antiterrorista continúa".
"Los combatientes no han depuesto las armas, continúan cometiendo crímenes o se preparan para cometer nuevos. Hay que llevar la lucha en contra de ellos hasta el final. Los que no se rindan serán eliminados", advirtió. El presidente ha aprovechado la ocasión para arremeter contra los servicios de seguridad kazajos, que no supieron prever la posibilidad de esta crisis.
"Es de una importancia crítica comprender por qué el Estado se quedó dormido y no advirtió la preparación clandestina de los ataques terroristas ni las células 'dormidas' de los combatientes", aseveró. "Descubrimos que no tenemos suficientes tropas especiales, medios y equipamiento policial especial. Solucionaremos urgentemente este problema" afirmó.