Portugal da luz verde a la gestación subrogada
La Asamblea de Portugal aprueba el acceso a los vientres de alquiler tras los vetos del Tribunal Constitucional.
La Asamblea de Portugal ha aprobado este viernes el acceso a los vientres de alquiler con la inclusión de algunas reformas con respecto al texto original, como el derecho de arrepentimiento de la gestante a entregar el bebé hasta el momento del registro, veinte días legalmente.
La normativa ha salido adelante con los votos a favor de los socialistas, el Bloque de Izquierda (BE), los animalistas del PAN, los liberales, los Verdes, y la diputada independiente Joacine Katar Moreira, en contra, por otro lado, de comunistas y del resto de formaciones conservadoras del Parlamento portugués, así como con la abstención la diputada no inscrita Cristina Rodrigues.
Las reformas presentadas por el BE y el PAN incluyen la participación en todo el proceso del Consejo Nacional para la Procreación Médica Asistida (CNPMA), de la Sociedad Portuguesa de Medicina Reproductiva y del Colegio Médico y la Asociación de Psicólogos, informa la cadena pública portuguesa RTP.
Incluye el derecho de arrepentimiento de la gestante
A su vez, limita el ámbito del embarazo subrogado a los ciudadanos nacionales o residentes en Portugal y se requiere que la mujer embarazada haya pasado posteriormente por el proceso. Según una de las nuevas cláusulas, la gestante cuenta con el derecho a negarse a entregar el bebé en un plazo de veinte días, máximo marcado por la ley para inscribir al recién nacido en el registro civil.
Las reformas presentadas por el BE y el PAN se dan después de que el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa solicitara una revisión de la legislación de los vientres de alquiler, aprobada por el Parlamento el 19 de julio de 2019, en la que no se incluía la revocación del consentimiento de la mujer gestante, impuesto luego por el Tribunal Constitucional.
De Sousa terminó vetando el cambio de ley después de que el Constitucional declarara ilegal en abril de 2018 la normativa que imponían el secreto absoluto a las personas nacidas como resultado de técnicas de reproducción asistida.