La crisis en Corea del Sur ha puesto en vilo a todo el mundo esta madrugada. El presidente del país, Yoon Suk-yeol sorprendía a todos al declarar la ley marcial para proteger el "orden constitucional" y tras acusar al principal partido de la oposición de confabular con Corea del Norte.
Los tanques salían a las calles y los políticos no podían acceder al Parlamento mientras las protestas se sucedían en las calles de Seúl. Horas después, la situación se normalizaba al tumbar el propio Parlamento la aplicación de la ley marcial, con toda la oposición en bloque exigiendo la dimisión del líder surcoreano.
Una oposición que ya ha presentado una moción de censura contra Yoon que tendrá que votarse en un plazo máximo de 72 horas, las que podrían ser las horas finales al frente de Corea del Sur por parte de un líder acorralado en los últimos tiempos por varios escándalos.
Yoon Suk-yeol llegó al poder prácticamente después de debutar en política y viniendo de una carrera como fiscal que le hizo ganarse la popularidad a base de luchar contra la corrupción y encerrar a líderes corruptos. No obstante, su liderazgo en el Partido Conservador PPP se tradujo en una victoria muy ajustada, de un solo punto, sobre el Partido Democrático, lo que significó un gobierno en minoría y con dificultades para sacar adelante sus proyectos.
Sin el control del Parlamento, su popularidad fue decayendo casi al mismo ritmo con el que se ganó el favor del pueblo. Al constante bloqueo legislativo (por ejemplo, sin Presupuestos para el próximo año) se le unieron otras polémicas, como las acusaciones a periodistas y medios de comunicación por las informaciones acerca de su esposa, Kim Keon-hee.
La mujer del presidente se encontraba en el foco principalmente por dos escándalos. Primero, por acusaciones de falsificar su currículum, aspecto por el que llegó a pedir perdón públicamente, y después por aceptar un bolso de Christian Dior valorado en 2.200 millones de dólares. Sobre todo, porque las leyes de Corea del Sur prohíben a dirigentes y parejas aceptar regalos de más de 750 dólares.
El descontento se extendió entre la población por un aumento de la desigualdad en ámbitos como el de la vivienda, unos aspectos que en su conjunto recuerdan a la situación de nuestro país y concretamente de Pedro Sánchez, por su similitud en el Congreso de los Diputados o las últimas informaciones aparecidas en el marco del caso Begoña Gómez.
La crisis terminó por agravarse en Corea del Sur con la aplicación de la ley marcial, que el Parlamento votó revocar y que podría valer para ser una de las últimas gestiones de Yoon Suk-yeol como máximo mandatario del país surcoreano.