Madrid |
Las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, con Estados Unidos como principal intermediario, alimentan una tensión que cada vez es más evidente entre los países de la OTAN y el Kremlin.
Este mismo miércoles se ha conocido que Vladímir Putin amenaza con tomar más territorio en Ucrania por la fuerza si Kiev y Europa, a quienes ha calificado de "lechones", no participan en las propuestas de Estados Unidos para un alto el fuego. "Si la parte contraria y sus patrocinadores extranjeros se niegan a entablar discusiones sustantivas, Rusia logrará la liberación de sus tierras históricas por medios militares", señaló el mandatario ruso.
Días antes de estas declaraciones, el líder de la OTAN, Mark Rutte, animó a los aliados a redoblar los esfuerzos en materia de defensa para evitar una guerra iniciada por Rusia. Un conflicto que, según defendió, podría ser "de la magnitud de la guerra que vivieron nuestros abuelos y bisabuelos".
Según expresó durante su discurso en Berlín el pasado jueves, los aliados de la alianza militar no están percibiendo la urgencia de la amenaza que realmente representa Rusia para Europa. "Somos el próximo objetivo de Rusia", afirmó entonces. "Temo que demasiados están tranquilamente complacientes y no sienten la urgencia. Creen que el tiempo está de nuestro lado, pero no lo está. El momento de actuar es ahora".
Las respuestas a las declaraciones de Rutte no han tardado en llegar. Primero por parte de una de las figuras más allegadas a Putin: el presentador de televisión Vladímir Solovyov; y este mismo miércoles por parte del propio presidente ruso. "Una vez más tendremos que destruir Berlín y entrar en esta ciudad abandonada. Una vez más tendremos que entrar en París. Una vez más tendremos que liberar Viena. Bueno, quizá los austriacos lo reconsideren", dijo el presentador.
También se refirió a Londres unos días antes, cuando criticó la presencia de fuerzas armadas británicas en Ucrania. Según cuenta La Razón, el presentador dijo que aquello constituye un "casus belli" para llevar a cabo un ataque nuclear contra Reino Unido.
Por su parte, el líder del Kremlin ha acusado a los políticos europeos de avivar la histeria sobre una posible guerra con Rusia al advertir que Moscú podría algún día atacar a un país de la alianza militar de la OTAN. "He dicho repetidamente que es una mentira, un disparate, un absoluto disparate sobre alguna amenaza rusa imaginaria a los países europeos".