El Papa a los niños michoacanos: "La vida no es linda con enemigos"
El papa Francisco tuvo un encuentro con los más jóvenes en la Catedral de Morelia, en el central estado de Michoacán, donde les dejó mensajes como que "la vida no es linda con enemigos" y que nunca se dejen "pisotear por nadie".
Los gritos de expectación de 600 niños y niñas recibieron al pontífice un poco antes de las 15.00 horas locales (21.00 GMT). Francisco realizó a su llegada una ofrenda floral en la escultura de José Sánchez del Río, el "niño cristero", considerado mártir de la Guerra Cristera y que va a ser canonizado por decreto del propio Francisco.
Entonces, el papa se situó en el altar para transmitir unas palabras a los niños, quienes fueron elegidos por ser los mejores en sus colegios o por haber cumplido sus labores de catequesis en las iglesias. Jorge Mario Bergoglio invitó a los pequeños a guardar silencio y, con los ojos cerrados, pensar en su familia, sus amigos y "si están peleados con alguno, piensen también en él", para pedir a la Virgen por ellos.
"La vida no es linda con enemigos", transmitió a los niños, a los que también rogó que pidieran por las monjas, curas, profesores, maestros y todos aquellos que les estén "ayudando a crecer". "Le voy a pedir a Jesús que les haga crecer con mucho amor, como tenía él, con mucho amor para ser cristianos en serio, para cumplir el mandamiento que Jesús nos dio: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Jesús nos amó", les dijo Francisco.
Después de transmitir "una bendición especial al papá, la mamá y los abuelos", el pontífice rezó un avemaría con ellos y les preguntó si iban a rezar por él, a lo que los niños respondieron un largo y enfático "¡sí!" de manera unánime. El papa comenzó a recorrer el pasillo de la Catedral, saludando a los niños, quienes compartieron con él gestos de cariño y regalos. Un especial tiempo lo dedicó a las primeras filas, donde se encontraban niños con discapacidad; uno de ellos dejó una de las imágenes más entrañables del evento, al lanzarse a dar un caluroso abrazo al pontífice.
Bajo los cánticos "queremos que el papa nos dé su bendición" y "se ve, se siente, el papa está presente", los niños se apelotonaban para conseguir alcanzar las manos de Francisco. A su salida de la Catedral, fue recibido por un coro de infantes vestidos de blanco. Entre los integrantes se encontraban 17 niñas que fueron rescatadas en 2014 del albergue La Gran Familia, controlado por la conocida popularmente como "Mamá Rosa".
El coro cantó el tema "Quiero verte sonreír", acompañado de instrumentos y el ritmo de sus palmas. Una de las voces principales no pudo evitar derramar alguna que otra lágrima de emoción mientras cantaba frente a Bergoglio.