El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido este miércoles un alto el fuego en la Franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), "para evitar que los civiles sufran más violencia".
Tedros ha resaltado en un comunicado que la reciente resolución aprobada en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el envío de ayuda al enclave palestino "parecía ofrecer esperanzas de una mejora en la distribución" de material humanitario, si bien los relatos de los testigos dejan claro que "aún no ha tenido un impacto" directo en la población.
"La seguridad de nuestro personal y la continuidad de las operaciones dependen de que lleguen más alimentos a toda Gaza de inmediato. Mis propios colegas también se ven afectados directa y personalmente por el conflicto, como prácticamente todos en Gaza", ha agregado.
La OMS ha denunciado que miles de personas han tenido que desplazarse por los fuertes ataques en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. Uno de los bombardeos inutilizó la torre de radio del hospital Al Shifa y al sistema central de envío de ambulancias para todo el área, afectando a más de 1,5 millones de personas.
"Este movimiento masivo forzado de personas también provocará más hacinamiento, mayor riesgo de enfermedades infecciosas y hará aún más difícil la entrega de ayuda humanitaria", ha indicado el representante de la OMS en Cisjordania y Gaza, Rik Peeperkorn.
Según las evaluaciones de la organización, la Franja de Gaza tiene 13 hospitales que funcionan de forma parcial, mientras que otros dos operan en mínimas condiciones y 21 no se encuentran operativos. En el hospital Al Shifa hay refugiadas unas 50.000 personas, mientras que en Al Amal hay 14.000 desplazados.