El avión que transporta a la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, despegó a las 18.01 hora local (10.01 GMT) del aeropuerto Songshan de Taipéi, después de una visita en la que ha prometido que "Estados Unidos no abandonará a Taiwán" y que ha indignado a Pekín.
Pelosi, que pasó menos de 24 horas en la isla, visitó esta mañana el Parlamento taiwanés y posteriormente se reunió con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, quien le impuso una condecoración por su "apoyo" al territorio.
Las medidas de China serán "las que tengan que ser" y tendrán una naturaleza "contundente y efectiva", declaró hoy la portavoz de la Cancillería china Hua Chunying en referencia a la visita de Nancy Pelosi este martes. La portavox avisó de que las fuerzas estadounidenses y las que "apoyan la independencia" de Taiwán "notarán las medidas" de China.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, condenó este miércoles la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, y la calificó de "completa farsa" al advertir de que "quien ofenda a China será castigado".
"Aquellos que juegan con fuego no terminarán bien y los que ofendan a China deben ser castigados", dijo Wang en declaraciones a la televisión china CCTV desde Nom Pen, la capital de Camboya, donde participa desde hoy en la reunión de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y sus socios.
Wang también acusó a EE.UU. de "violar la soberanía de China bajo el disfraz de la democracia" y advirtió de que aunque Taiwan se apoye en el poder de Washington "no cambiará el consenso internacional de que solo existe una China en el mundo" ni se revertirá "la histórica tendencia a la reunificación entre la China continental y Taiwán".