Durante el último mes, al menos 1.590 civiles han perdido la vida, entre ellos 341 menores y 213 mujeres.
De esos civiles, el mayor número -799- perecieron por los bombardeos de aviones sirios y rusos; mientras que 45 fueron asesinados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI); 163, por el impacto de cohetes lanzados por facciones opositoras; y 148, por bombardeos de la coalición internacional, entre otros motivos.
También, hay catorce civiles sirios, uno de ellos menor de edad, que fueron abatidos por la guardia fronteriza turca.
Por otro lado, al menos 617 combatientes sirios de facciones rebeldes, islámicas y de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una coalición armada kurdo árabe, murieron el mes pasado.
A ellos se suman 1.262 guerrilleros extranjeros del Daesh, del antiguo Frente al Nusra (cuyo nombre actual es Frente de la Conquista del Levante) y de otras organizaciones radicales, como el Ejército de los Emigrantes y de los Seguidores.
Dentro del bando de los opositores al Gobierno sirio, hay también tres desertores de las fuerzas gubernamentales sirias que perdieron la vida.
En las filas del régimen, hubo 554 bajas de efectivos de las fuerzas regulares y 643 de miembros de milicias sirias leales al presidente sirio, Bachar al Asad, a las que se añaden cuatro combatientes del grupo libanés Hizbulá y noventa guerrilleros chiíes de otras nacionalidades.
El Observatorio apuntó que hay también 31 muertos cuya identidad no se ha podido esclarecer.
Siria sufre desde hace más de cinco años un conflicto, que ha causado más de 280.000 fallecidos, de acuerdo a lo datos del Observatorio.