Tan solo dos semanas después del intento golpista en Brasil por parte de los seguidores de Bolsonaro, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha destituido al comandante del Ejército, el general Júlio César de Arruda en el marco desconfianza entre el mandatario progresista y sectores de las Fuerzas Armadas. Arruda abandona el cargo antes de completar su primer mes en el mismo.
Según ha informado el ministro de Defensa, José Múcio, "las relaciones, principalmente con el Ejército, sufrieron una fractura en el nivel de confianza. Por eso, pensamos que era necesario estancar eso pronto para poder superar este episodio".
Las relaciones, principalmente con el Ejército, sufrieron una fractura en el nivel de confianza
Asimismo, la destitución llega un día después de la reunión que mantuvo Lula con Arruda y los comandantes de la Marina y la Aeronáutica para discutir inversiones y planes para modernizar las tres fuerzas.
Según informa el diario Folha de Sao Paulo, Lula tomó esa determinación porque Arruda "no demostró disposición" en tomar medidas "inmediatas" para aplacar sus dudas sobre la actuación de algunos militares durante los sucesos del pasado día 8 de enero.
En su lugar estará el general Tomás Miguel Ribeiro Paiva, el cual ha hecho un fuerte alegato en defensa del orden democrático y del resultado de las elecciones de octubre, durante un acto militar celebrado esta semana. Sin embargo, después de conocerse que sustituirá a Arruda, todavía no ha ofrecido ninguna declaración.