El Ejército israelí ha anunciado este viernes el cese de dos oficiales y amonestaciones para otros tres, entre ellos el jefe de operaciones para el Mando Sur, en relación al ataque contra el convoy de la organización humanitaria World Central Kitchen que costó la vida a siete de sus integrantes.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) concluyen que tanto los cesados como los apercibidos "gestionaron mal información crítica" y "violaron las reglas de enfrentamiento" marcadas por el Ejército israelí.
Las conclusiones de la investigación dirigida por el general Yoav Har Evan y publicadas en la página web del Ejército israelí indican que "el incidente podría haberse evitado" y que "quienes aprobaron el ataque estaban convencidos de que estaban atacando a operativos armados" del movimiento palestino Hamás.
Sea como fuere, el Ejército indica que "el daño a los vehículos de ayuda es un grave error" derivado de una "grave" cadena de fallos, resultado de "una identificación errónea", un "error en la toma de decisiones" y un "ataque contrario a las órdenes" de la apertura de fuego.