Un tribunal iraní ha sentenciado a una pena de 10 años de cárcel a una pareja joven que bailaba frente a uno de los principales lugares de interés de Teherán en un video visto como un símbolo de desafío contra el régimen. Astiyazh Haghighi y su prometido, Amir Mohammad Ahmadi, ambos de poco más de 20 años, fueron arrestados a principios de noviembre después de que se viralizara un video que los mostraba bailando románticamente frente a la Torre Azadi.
Haghighi no llevaba el velo en la cabeza, desafiando las estrictas reglas de Irán. Las mujeres tampoco pueden bailar en público, y mucho menos con un hombre. Un tribunal revolucionario en Teherán los ha condenado a 10 años y seis meses de prisión, además de prohibirles el uso de Internet y salir de Irán, según la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos (HRANA).
Esto contrasta con un hecho que ocurrió hace solo unas semanas. Un hombre iraní decapitó a sus esposa menor de edad, Mona Heidari de 17 años. La justicia explicaba que se trataba de un crimen de honor y que los padres de la fallecida perdonaron al asesino. Pese a que el hombre se paseara con la cabeza decapitada de su mujer, la pena que recayó sobre él fue únicamente de siete años y medio. Según una ONG de derechos de la mujer en Irán, hasta 60 mujeres han sido asesinadas en crímenes de honor y muchos de los asesinos ni siquiera han pasado por la justicia al no existir denuncia