El derrumbamiento de un acantilado en una zona turística de cañones ha provocado una auténtica tragedia en el sureste de Brasil. Al menos siete personas han muerto y hay decenas de heridos después de que una enorme roca se desprendiera sobre el Lago de Furnas en la ciudad de Capitolio, situada en el estado de Minas Gerais, y cayera sobre cuatro embarcaciones.
Una llamada alertó del suceso al mediodía de este sábado, y las primeras informaciones apuntan que cuatro lanchas han recibido el impacto de las rocas, de las cuales dos se han hundido, hiriendo a más de 30 personas, varias de ellas permanecen hospitalizadas.
Las víctimas estaban realizando la típica excursión turística para contemplar los impresionantes acantilados de la ciudad de Capitólio cuando ocurrió el accidente. En torno a 40 buceadores se han desplazado a la zona y cuentan con una aeronave dotada del equipamiento adecuado en caso de que hubiera que realizar la evacuación urgente de las víctimas.
El portavoz del cuerpo de Bomberos, el teniente Pedro Aihara, ha confirmado el hundimiento de dos de las embarcaciones, con catorce y diez personas a bordo respectivamente. Los otros dos barcos que han recibido impactos contaban con diez y ocho personas en su interior, según apunta el diario 'Folha de Sao Paulo'.
Además, Aihara explicó que el derrumbe se ha producido de forma atípica: "Lo que agrava la situación es la forma en que la roca cae, en perpendicular. Normalmente, cuando se producen este tipo de rupturas la roca resbala por la estructura y cae de forma diagonal o en pie", comentó.
El acceso a esta zona permance cerrado y las autoridades estudiarán nuevas reglas de acceso de las embarcaciones para evitar nuevos accidentes.