Donald Tusk ha defendido como ha podido a los jefes de Estado y de Gobierno, pero las críticas han sido muy duras, empezando por el vicepresidente del PP, Esteban González Pons que ha asegurado que "Gobernar desde las capitales también es nacionalismo. Ninguno de los presidentes que forman parte del Consejo se atreverían a hacer lo que han hecho en el Consejo en sus respectivos países".
Sin embargo, el PP anuncia que apoyará a la conservadora Ursula Von der Leyen, como presidenta de la Comisión, cosa que no han hecho los socialistas.